OPINIÓN por Fernando VACCOTTI
Sorprende Montevideo. O no. Los efectos claros del accionar de las bandas criminales van perfilando día a día un poco más cómo es el tejido o el nuevo entramado de la gobernanza criminal en la capital del país, bajo la mirada atónita y actitud «entregada» de los vecinos por un lado y la inacción oficial por el otro. Los homicidioos se siguen multiplicando.
O lo que es peor, el tener que escuchar y leer declaraciones de autoridades hablando de «zona de guerra», lo cuál es inaceptable desde todo punto de vista ; de vecinos explicando que la policía brilla por su ausencia y que entre otros, lo que se supone que es el gobierno de tercer nivel o los alcaldes, simplemente no visitan la zona, como tampoco lo hacen desde la Intendencia.
No sorprende que los vecinos experesen que las bandas tienen sus propios códigos y hasta cortan dedos a modo de castigo por deudas incumplidas y que dejan circular » sin problemas» a aquellos vecinos que no se meten en nada. Bueno, el que no se mete en nada, ya está tomando partido por algo y colaborando con el crecimiento y fortalecimiento de la gobernanza criminal, como lo hace la policía sin aparecer y el Estado no presente, representado en primer lugar por el alcalde y así sucesivamente.
La gobernanza criminal ya es un hecho y aunque también me sorprende que sea un párroco que pone la cara por el vecindario, más me sorprende la rerspuesta de un alcalde ausente que dice por respuesta a todo este desastre de inseguridad y violencia no atendida … «Que haga su trabajo y yo el mío».… evidentemente alguien no está haciendo su trabajo.
Los contribuyentes esperan otra cosa y ni qué hablar los votantes. La inseguridad sigue ganando la batalla por el control territorial en Uruguay. El objetivo último , como en el resto de la región es controlar los Estados. En eso están trabajando muy bien.
Referencias : publicaciones sobre gobernanza criminal en este blog, inseguridad y el descalabro de la seguridad en Uruguay. Artículo en : https://mail.google.com/mail/u/0/tab=km#inbox/FMfcgzGtwMgkzFTMvpzCNxWqTRRGMktB
Fernando Vaccotti
Ver arículo completo del Diario El Observador :