OPINION y COMENTARIOS
La importancia de la videovigilancia para la seguridad pública y el desarrollo de ciudades inteligentes
En el mundo actual, donde la población urbana crece constantemente y los desafíos de seguridad se vuelven más complejos, la videovigilancia se ha convertido en una herramienta crucial para garantizar la seguridad pública y el desarrollo de ciudades inteligentes. Un estudio de la Universidad de Leicester encontró que la evidencia de video es más probable que conduzca a la identificación, arresto y condena de los delincuentes en comparación con otros tipos de pruebas.
A través de la instalación de cámaras y sistemas de monitoreo avanzados, las autoridades y los planificadores urbanos pueden obtener una visión más amplia de los espacios públicos y responder de manera más efectiva a situaciones de emergencia. En este artículo, exploraremos la importancia de la videovigilancia en el contexto de la seguridad pública y cómo contribuye al desarrollo de ciudades inteligentes:

- Mejora de la calidad de vida en las ciudades inteligentes
Un informe de la organización sin fines de lucro Urban Institute reveló que el 79% de los ciudadanos encuestados se sienten más seguros en áreas con cámaras de seguridad. Esto se traduce en que la videovigilancia contribuye al desarrollo de ciudades inteligentes, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
Al garantizar la seguridad pública, los residentes se sienten más seguros y confiados al utilizar los espacios públicos. Esto promueve una mayor interacción social, el desarrollo de actividades recreativas y el fortalecimiento del tejido comunitario.
Además, la información recopilada a través de los sistemas de videovigilancia puede ser utilizada para analizar y optimizar la infraestructura urbana, mejorar la eficiencia energética y reducir los costos operativos.
- Prevención y disuasión del delito
La videovigilancia desempeña un papel fundamental en la prevención y disuasión del delito. Para el Centro de Investigaciones Sociológicas, la presencia visible de cámaras de seguridad en lugares públicos reduce significativamente la incidencia de delitos.
Las cámaras actúan como un elemento disuasorio para los delincuentes, quienes saben que su actividad está siendo monitoreada y registrada. Además, las grabaciones de video pueden servir como pruebas en investigaciones criminales, ayudando a identificar a los delincuentes y fortaleciendo el sistema judicial.
- Respuesta rápida a emergencias
Los sistemas de videovigilancia permiten una respuesta más rápida y eficiente a situaciones de emergencia, incluyendo desastres naturales.
Mediante la instalación de cámaras en áreas estratégicas, como estaciones de transporte público, plazas y calles concurridas, las autoridades pueden monitorear en tiempo real y detectar incidentes, como actos de violencia, robos o accidentes, inundaciones, derrumbes, entre otras.
Un estudio de la Asociación Internacional de Jefes de Policía, la videovigilancia puede ayudar a reducir los tiempos de respuesta en situaciones de emergencia hasta en un 20%. Esto se debe a que las autoridades pueden acceder a imágenes en tiempo real y obtener información crucial para tomar decisiones rápidas y efectivas.
Esto permite una intervención inmediata, la coordinación de los servicios de emergencia y la protección de los ciudadanos. Los datos recopilados por las cámaras también pueden ser utilizados para mejorar la planificación y el diseño urbano, identificando áreas de riesgo y tomando medidas preventivas.

- Gestión eficiente del tráfico y la movilidad
La videovigilancia desempeña un papel clave en la gestión eficiente del tráfico y la movilidad en las ciudades inteligentes. A través de cámaras de tráfico y sistemas de análisis de video, las autoridades pueden monitorear el flujo de vehículos, detectar congestiones y tomar medidas correctivas, como la reasignación de semáforos o la implementación de desvíos.
Esto no solo reduce la congestión y mejora la eficiencia del transporte, sino que también contribuye a la reducción de la contaminación y el ahorro de tiempo para los ciudadanos.
La videovigilancia juega un papel fundamental en la seguridad pública y el desarrollo de ciudades inteligentes. Desde la prevención del delito y la respuesta rápida a emergencias, hasta la gestión eficiente del tráfico y la prevención de desastres naturales, los sistemas de videovigilancia proporcionan una visión integral de los espacios públicos y mejoran la seguridad y calidad de vida de los ciudadanos.
Es importante destacar que el despliegue de estas tecnologías debe ir de la mano con políticas de privacidad y protección de datos efectivas, para garantizar un equilibrio entre la seguridad y el respeto a los derechos individuales.
En última instancia, la videovigilancia bien implementada puede contribuir a la construcción de ciudades más seguras, eficientes y habitables para todos.
Por Fernando Vaccotti con información de fuentes abiertas.
Publicado el 31 de agosto, Diario El Observador. Por Natalia Roba. «Desde la semana que viene, el Ministerio del Interior sumará Inteligencia Artificial a más de 2.000 cámaras, y esa tecnología se podrá alternar entre las 12.000 que hay en todo el país, según las necesidades que surjan».
Análisis del contexto de la video vigilancia en el país
El sistema de seguridad pública que funciona en el CCU controla las 6.000 cámaras que hay en Montevideo y las otras 6.000 del resto del país, aunque en todas las jefaturas departamentales tienen su propio CCU, con excepción de Canelones que se monitorea desde Montevideo. En la capital todas las direcciones que dependen del CCU operan en el predio de la Guardia Republicana desde 2020.
Además se sumará una cámara en un dron para procedimientos especiales o zonas complicadas y se extenderá el shotspotter a una nueva zona.

El director del Servicio de Emergencia del CCU, Miguel Antunez, dijo que aun no está la fecha exacta en la que comenzará a estar activo pero se está en las tratativas y ya se decidió dónde se ubicará.
Desde la semana que viene, el Ministerio del Interior sumará Inteligencia Artificial a más de 2.000 cámaras, y esa tecnología se podrá alternar entre las 12.000 que hay en todo el país, según las necesidades que surjan.
Así lo informó a El Observador el director del Centro de Comando Unificado (CCU), Gabriel Lima, quien explicó que esta tecnología implica que “se le cargan determinadas analíticas” a las cámaras que son comportamientos habituales en una escena del crimen. Esto significa que cuando una persona, sea víctima de un delito o delincuente, realice determinados movimientos y sean captados por la cámara, por ejemplo mover los brazos en cruz, levantar las manos, realizar un disparo, o si una persona permanece tirada en el piso por más de 4 minutos, el sistema enviará una notificación de alerta a los visualizadores del CCU.
Los visualizadores se encargarán de corroborar que efectivamente exista un hecho policial y una vez que comprueben que hay heridos o que hay una situación de violencia, despacharán un móvil policial hacia el lugar.
Si bien inicialmente se le cargará la programática a esas 2.000 y algo de cámaras, están en tratativas con la empresa a la que le compraron la tecnología para ampliar la programática a más cámaras en simultáneo pero por el momento se empezará con esas.
El sistema de seguridad pública que funciona en el CCU controla las 6.000 cámaras que hay en Montevideo y las otras 6.000 del resto del país, aunque en todas las jefaturas departamentales tienen su propio CCU, con excepción de Canelones que se monitorea desde Montevideo. En la capital todas las direcciones que dependen del CCU operan en el predio de la Guardia Republicana desde 2020.
Allí operan la Dirección de Videovigilancia, Analítica y Relevamiento Urbano que incluye el sistema de videovigilancia y el 9.1.1., la Dirección de Monitoreo Electrónico que es la encargada de monitorear el uso de las tobilleras electrónicas, la Dirección de los Servicios de Emergencias, que se encarga de coordinar los operativos, en coordinación con las cuatro zonas operacionales de Montevideo, PADO, Jefatura de Policía de Canelones, Policía Caminera, entre otros.
También funcionan ahí la Dirección de Análisis Criminal, que se encarga de realizar informes de carácter operativos y estratégicos y la Dirección de Tecnología que da soporte a nivel nacional a los 17 Centros de Comando Unificados Departamentales y al CCU del área metropolitana.

El sistema cuenta también con seis CCU móviles, uno de ellos es un ómnibus de los utilizados en el transporte interdepartamental que fue adaptado en el exterior con cámaras con gran precisión que son manejadas desde adentro para monitorear determinadas situaciones de concentración de público, por ejemplo, partido de fútbol u otros espectáculos.
Los restantes cinco son camionetas tipo van que dependen de las jefaturas departamentales de Montevideo, Maldonado, Lavalleja, Cerro Largo y Rocha. Cuatro de ellos fueron adquiridas en el último año y se pueden utilizar por regiones, en caso de ser necesario.
Drone con cámara y ampliación del Shotspotter
Otra de las novedades tecnológicas del CCU es que empezarán a utilizar un drone con una cámara portátil que va a sobrevolar la ciudad para capturar persecuciones o situaciones complejas. Lima explicó que hay determinados barrios donde no tiene sentido colocar cámaras porque ya saben que los delincuentes las van a vandalizar. Entonces para esos casos contarán con el drone.
Según explicó estará operativo en cuanto lleguen un par de vehículos que se compraron ya que junto con el drone se trasladará a la zona donde sobrevolará la cámara, un equipo policial para manejarlo. La operativa del dispositivo junto con el uso de la AI dependerá de un departamento nuevo que se creará y que estará directamente bajo las órdenes del director Lima, un experimentado policía que durante años manejo el departamento de Ciberdelitos.
Por último, se decidió que se va a ampliar la cobertura de Shotspotter, el sistema de detección de disparos que funciona desde diciembre en dos barrios de Montevideo. Ahora van a colocar un nuevo dispositivo en una nueva zona aunque Lima se excusó de informar la ubicación alegando razones de seguridad.
Si bien no se ha querido informar dónde funcionan los otros dos dispositivos, han habido operativos en Villa Española, Maroñas y Marconi con alertas de ese sistema.
Lima destacó que dado los buenos resultados que entienden está dando el shotspotter convencieron al ministro Nicolás Martinelli de comprar un nuevo dispositivo.
El director del Servicio de Emergencia del CCU, Miguel Antunez, dijo que aun no está la fecha exacta en la que comenzará a estar activo pero se está en las tratativas y ya se decidió dónde se ubicará.
Los datos del primer semestre del Ministerio del Interior sobre el shotspotter indican que entre enero y junio emitieron 827 alertas, 714 de las cuales fueron alertas confirmadas, 370 fueron de un solo disparo y 344 sobre múltiples disparos.
Estas alertas permitieron a la policía actuar e incautar 643 vainas, 14 armas, droga en tres operativos y vehículos en otros dos. Asimismo, han resultado detenidas 15 personas, se ha trasladado a una emergencia a 11 víctimas. Asimismo se registraron 13 imputaciones por parte de la Fiscalía.
Este sistema funciona basado en la inteligencia artificial acústica, que es lo que identifica el sonido de un disparo de arma de fuego y lo diferencia de sonidos similares como la pirotecnia. A partir de ese sonido, también se puede saber cuándo y dónde se produjo el disparo. La información llega al CCU en tiempo real y desde allí pueden enviar el móvil más cercano para corroborar el hecho.
El sistema es utilizado en Nueva York, Chicago, Miami y Las Vegas. Los policías uruguayos fueron invitados por la empresa que vendió el sistema a Miami donde recibieron la capacitación, conto Antúnez.
La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Heide Fulton, había señalado al respecto que Uruguay es “pionero” en la región en la aplicación de esta tecnología. “Esta iniciativa es un testimonio claro de cómo podemos trabajar juntos en la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos contemporáneos”, había declarado según recogió Infobae.
Agregó que el lanzamiento del shotspotter significa un fortalecimiento de los “lazos comerciales y de cooperación” en seguridad entre Uruguay y Estados Unidos.