Vivimos épocas de sorpresas y constantes cambios de los códigos de convivencia. Las estafas y delitos de «alto vuelo» parecen haberse instalado en estos últimos años en el país, por lo que habría que reflexionar las causas que han generado este tipo de situaciones y que envuelven a personas de una clase social que siempre ha sido privilegiada.
El tiempo dirá.
La empresa República Ganadera, que se presentó a concurso de acreedores la semana pasada, será denunciada en las próximas horas por tres personas que invirtieron dinero en el rubro ganadero, en el marco de un nuevo escándalo financiero en el ámbito de las inversiones privadas que sacude al sector ganadero.
Los tres denunciantes serán representados por el penalista Pablo Flores, que prevé hacer los reclamos formales ante una seccional policial para que sean derivados al Departamento de Priorización y Depuración (DPA) y se asigne una Fiscalía que investigue.
Uno de los clientes asegura que República Ganadera, además de no poder cumplir con la renta fija prometida, falsificó su firma en guías de ganado del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) —equivalentes a títulos de propiedad—.
De acuerdo con el relato del hombre, tenía “las guías en blanco” en su casa, pero en la página del MGAP estas aparecían firmadas. Según su testimonio, nunca aprobó los documentos.
En el mismo caso, y todo de acuerdo con la versión del cliente, tenía más de 40 cabezas de ganado a su nombre y, de esas, 23 murieron. Si bien esto está contemplado en el contrato que firmó con República Ganadera, allí se dice que en caso de que suceda, se repondrán los animales en un plazo de 60 días. El hombre, a su vez, asegura que nunca se le comunicó sobre la muerte del ganado.
Fernando Vaccotti 