El 28 de abril de 2025, la península ibérica y partes del sur de Francia experimentaron un apagón eléctrico sin precedentes que afectó a más de 60 millones de personas. Este evento paralizó infraestructuras críticas como hospitales, aeropuertos y sistemas de transporte, y dejó sin servicios esenciales como internet y telefonía móvil durante varias horas .
Causas del apagón: hipótesis en evaluación
Al día de hoy casi al 100% de restitución de los servicios, y aunque las investigaciones continúan, se han planteado varias hipótesis sobre el origen del apagón:
Desajuste súbito entre demanda y producción: Red Eléctrica de España (REE) informó de una “oscilación fuerte del flujo de potencia de red” que provocó la desconexión automática de la red ibérica del sistema eléctrico europeo .
Incidente en la red francesa: Se mencionó un posible incendio en una línea de alta tensión en el suroeste de Francia como causa del apagón. Sin embargo, la empresa francesa Réseau de Transport d’Électricité (RTE) desmintió la existencia de dicho incendio .
Fenómeno atmosférico: El operador portugués REN sugirió que una vibración atmosférica inusual podría haber causado el apagón. Esta teoría fue cuestionada por expertos meteorológicos, quienes señalaron la falta de condiciones meteorológicas extremas que respaldaran esta hipótesis .
Ciberataque: Aunque inicialmente se consideró la posibilidad de un ciberataque, el Centro Nacional de Inteligencia de España descartó esta causa tras no encontrar indicios que la respaldaran .
Impacto y respuesta institucional
El apagón afectó gravemente a la vida cotidiana y a las infraestructuras de la región:
Servicios esenciales: Hospitales, sistemas de transporte público, semáforos y comunicaciones se vieron interrumpidos, generando caos y preocupación entre la población .
Respuesta gubernamental: El gobierno español declaró el estado de emergencia nacional y activó protocolos de emergencia para mitigar la crisis. Se estableció un comité de coordinación de emergencia de interés nacional para gestionar la situación .
Asistencia internacional: Ucrania ofreció su experiencia en la gestión de apagones masivos adquirida durante la guerra, y Francia movilizó equipos de asistencia para ayudar a restablecer el suministro eléctrico en España y Portugal .
Antecedentes y vulnerabilidades estructurales
Este apagón pone de relieve las vulnerabilidades estructurales del sistema eléctrico ibérico:
Baja interconexión: La península ibérica tiene una interconexión eléctrica con el resto de Europa de solo el 2%, muy por debajo del objetivo europeo del 10% para 2020 y del 15% para 2030 .
Historial de apagones: Europa ha experimentado apagones significativos en el pasado, como el de Italia en 2003 y el de Alemania en 2006, que afectaron a millones de personas y evidenciaron la fragilidad de las redes eléctricas interconectadas .
Conclusiones y perspectivas futuras
El apagón del 28 de abril de 2025 subraya la necesidad urgente de reforzar la infraestructura eléctrica y mejorar la resiliencia del sistema:
Aceleración de proyectos de interconexión: Es imperativo avanzar en proyectos como la interconexión submarina por el golfo de Bizkaia, prevista para 2028, que aumentaría la capacidad de intercambio eléctrico entre España y Francia .
Modernización del sistema eléctrico: Se requiere una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad y una inversión en tecnologías que permitan una mejor gestión de la demanda y la producción energética.
Cooperación internacional: La colaboración con países que han enfrentado situaciones similares, como Ucrania, puede proporcionar valiosas lecciones y estrategias para mejorar la respuesta ante futuras crisis energéticas.
En resumen, el reciente incidente de apagón debe servir necesariamente como una gran llamada de atención para abordar las deficiencias del sistema eléctrico europeo y garantizar un suministro energético seguro y fiable para el futuro. En estas latitudes, si bien la interconexión no es tan avanzada como en Europa y la matriz energética también es diferente, también la región es altamente vulnerable a los ataques de todo tipo a infraestructuras críticas que incluyen hackeos y ciberataques muy bien planificados.
Fernando Vaccotti 