Fecha y lugar: El ataque ocurrió el 7 de junio de 2025, a las 17:00 (UTC−05:00), en el parque El Golfito del barrio Modelia, Fontibón, en Bogotá .
Víctima: Miguel Uribe Turbay, senador del Centro Democrático y precandidato a la presidencia (39 años), resultó gravemente herido con dos disparos en la cabeza y uno en la pierna .
Estado de salud: Tras una cirugía neurovascular en la Fundación Santa Fe, permanece en condición crítica, con escasa respuesta médica y en la “zona de horas cruciales” .
Autor y arma utilizada
Sospechoso apresado en el momento, se trata de un menor de 15 años, que portaba una pistola Glock de 9 mm . Trayectoria del arma: La pistola fue comprada legalmente en Arizona en agosto de 2020. Actualmente se investiga su ruta hacia Colombia .
Motivación declarada: El atacante habría confesado actuar “por dinero para ayudar a su familia” .
Investigación y contexto
Premeditación y estrategia: El atentado fue planificado, tuvo lugar en un parque público con rutas previstas, lo que sugiere conocer el ritual logístico del acto .
Protección deficiente: El día del ataque el esquema de escoltas se redujo de siete a tres personas, pese a múltiples peticiones de refuerzo por parte del candidato .
Implicación de menores: El uso de un niño de 15 años refleja una tendencia alarmante en el reclutamiento de menores por parte de redes criminales .
Reacciones institucionales: El presidente Petro exigió investigar el recorte de seguridad . El ejército y la Fiscalía desplegaron más de 180 agentes y ofrecen una recompensa de 3.000 millones de pesos . Líderes internacionales (Boric, Noboa, Marco Rubio) condenaron el hecho .
Evaluación del esquema de protección
1. Planificación de seguridad
No se anticipó el uso de menores o de armas de alta letalidad en un acto público. La reducción de escoltas a último momento fue un error crítico en la mitigación de riesgos.
2. Vulnerabilidad operativa
El atacante se posicionó a corta distancia — dos balas a la cabeza— lo que indica fallas en el perímetro de protección y control de calle.
3. Inteligencia y monitoreo
No existió vigilancia previa adecuada ni análisis del contexto del lugar (modelia/Fontibón). La falta de indicadores o detección temprana compromete el modelo de seguridad.
4. Coordinación interinstitucional
La UNP (Unidad Nacional de Protección) recibió más de 20 solicitudes de refuerzo que fueron desatendidas . No hubo presencia inmediata de reacción armada eficaz suficiente para repeler el ataque.
Impacto político y territorial
Violencia política urbana: El atentado refleja una expansión de la guerra política en zonas urbanas, no limitada a zonas rurales colombiano. Reminiscencia histórica: Revive el fantasma de los atentados de los años 80 y 90 en Colombia (por ejemplo, el caso de Luis Carlos Galán) . Polarización y polarización: El hecho intensifica el clima político, con cuestionamientos al discurso público, en especial de Gustavo Petro y su impacto institucional .
Recomendaciones profesionales
Reforzar protocolos inmediatos: todo acto público en zonas urbanas de riesgo debe contar con al menos 5 escoltas, escudo antibilas y redundancia inmediata. Evaluación previa del entorno: mapping de rutas, análisis de puntos de vulnerabilidad y neutralización de perímetros mediante equipo táctico. Inteligencia preventiva: análisis de amenazas, monitoreo en redes y seguimiento de patrones de reclutamiento. Coordinación entre entidades: UNP, Policía, Inteligencia Militar y Fiscalía deben operar en cédula operativa conjunta. Campañas de prevención: alertar sobre uso de menores en crímenes y contrarrestar incitaciones políticas violentas.
Conclusión
El atentado contra Miguel Uribe Turbay fue un acto de violencia política premeditado, utilizando un menor y armas de alto calibre. El incidente expone profundas fallas en el esquema de protección y revela que la amenaza no es solo rural: el conflicto armado ha penetrado zonas urbanas. La respuesta institucional debe traducirse en un modelo de seguridad más integral, reactivo y proactivo.
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