Un reciente informe del Ministerio Público del estado de São Paulo encendió una alarma en Uruguay. Según el documento —filtrado a medios brasileños y reproducido por portales uruguayos— al menos 140 personas vinculadas al Primer Comando de la Capital (PCC) tienen presencia en la ciudad fronteriza de Rivera.
De ellas, 96 se encuentran detenidas y 44 permanecen en libertad ambulatoria, representando un riesgo latente de consolidación de estructuras criminales en territorio uruguayo.
El dato más grave es que al menos 10 de estas personas son residentes uruguayos, con antecedentes por tráfico de drogas, homicidios y rapiñas.
La información no proviene de conjeturas mediáticas, sino de un documento oficial del aparato judicial brasileño, lo que refuerza su seriedad y exige una respuesta clara, coordinada y estructural.
Rivera como bisagra criminal
La ciudad de Rivera, en el límite norte del país, ha sido durante décadas un punto de cruce cultural, comercial y social con Brasil. Pero esa misma porosidad geográfica la convierte en un corredor natural para el crimen organizado, especialmente en un escenario donde las bandas brasileñas han mutado hacia modelos transnacionales.
El PCC -nacido en las cárceles de São Paulo en los años ‘90- se ha expandido hacia Bolivia, Paraguay y ahora también hacia Uruguay, consolidando un modelo descentralizado pero eficaz.
Ya no actúan únicamente dentro de las prisiones o los barrios periféricos de Brasil, si no que han montado redes logísticas, financieras y operativas a nivel regional, muchas veces invisibles para el radar institucional tradicional.
¿Qué implica tener 44 integrantes en libertad?
Las 96 detenciones mencionadas son, sin duda, un logro operativo. Pero los 44 miembros que permanecen libres representan una amenaza más compleja y difícil de abordar.
No estamos hablando de simples delincuentes aislados, sino de células insertas en un entramado criminal transfronterizo, con capacidad para: coordinar envíos de droga desde Brasil hacia el sur; servir como nexo entre bandas uruguayas y brasileñas; infiltrar estructuras comunitarias y utilizar empresas de fachada y reclutar jóvenes uruguayos para microtráfico, sicariato o “favores” logísticos.
Este tipo de inserción social y territorial exige herramientas de inteligencia y prevención, no sólo respuestas policiales tradicionales.
La cárcel como vector del crimen
Otro punto clave del informe es el rol que juegan los centros de reclusión como nodos de operación del PCC. Muchas de las personas identificadas como miembros del grupo están encarceladas, pero lejos de representar un corte en su actividad, estas cárceles actúan como centros de coordinación, adoctrinamiento y expansión.
Esto obliga a repensar el sistema penitenciario como un eslabón crítico en la lucha contra el crimen organizado. El encierro no basta: se requiere inteligencia penitenciaria, control de comunicaciones, desarticulación de liderazgos internos y cooperación con las autoridades brasileñas.
Un desafío regional, no local
Este fenómeno no puede entenderse como un problema exclusivo de Rivera ni de Uruguay. La expansión del PCC y otras facciones criminales responde a una lógica regional, que encuentra en las zonas de frontera -como Ponta Porã-Pedro Juan Caballero, Foz do Iguaçu-Ciudad del Este o Santana do Livramento-Rivera– espacios ideales para operar sin restricciones claras.
Por eso, la respuesta debe ser coordinada, binacional y sostenida. No se trata únicamente de “blindar” la frontera, sino de establecer mecanismos de cooperación judicial, intercambios de inteligencia, operaciones conjuntas, y protocolos de seguimiento de personas liberadas o vinculadas a estructuras mafiosas.
Una amenaza silenciosa
La noticia pasó casi desapercibida para la opinión pública nacional, pero marca un punto de inflexión. Uruguay ya no es un país “ajeno” al avance del crimen organizado regional. Los datos del Ministerio Público paulista lo confirman: el crimen transnacional ya está entre nosotros.
Rivera no es sólo un caso, sino un espejo. Lo que allí ocurre -si no se atiende con decisión estratégica y políticas integradas -podría repetirse en otras zonas del país.
La expansión del Primer Comando de la Capital (PCC) más allá de Brasil no se da exclusivamente por la acción directa de sus miembros. Una de las estrategias más efectivas de esta organización criminal ha sido tejer redes satélite en zonas de frontera, delegando tareas clave a bandas locales o regionales que operan con autonomía táctica pero bajo una lógica estratégica común.
De acuerdo a las informaciones, en la frontera entre Uruguay y Brasil, especialmente en los departamentos de Rivera, Cerro Largo y Artigas, ya es posible identificar estructuras delictivas menores -o binacionales- que funcionan como engranajes locales del PCC.
Las bandas satélites del PCC no son formalmente parte de la organización brasileña, pero reciben directivas desde las cárceles o emisarios del PCC; cumplen funciones específicas como transporte, resguardo de mercadería, sicariato, cobro de deudas o vigilancia territorial, también adoptan sus códigos carcelarios y formas de castigo interno y reciben parte de las ganancias del negocio a cambio de subordinación.
El PCC ya no es un fantasma lejano de las favelas paulistas, es una organización que ha aprendido a moverse, adaptarse y sembrar poder allí donde encuentra grietas institucionales.
Este es el momento para reforzar capacidades de análisis, cooperación regional, inteligencia financiera y prevención social.
Lo que está en juego no es solo la seguridad de una ciudad fronteriza, sino la soberanía territorial frente a actores criminales que ya operan como potencias paralelas.
A continuación una lista detallada de bandas criminales satélites, células y grupos afines al PCC (Primeiro Comando da Capital) que operan tanto en la frontera uruguayo-brasileña como en el interior del territorio uruguayo, según información recopilada de fuentes de inteligencia regional, reportes policiales, y análisis de seguridad OSINT:
Bandas Satélites del PCC en Frontera y Uruguay (fuentes de OSINT)
🔴 1. Los 40 (Rivera – Santana do Livramento)
- Origen: Uruguay.
- Perfil: Banda de microtráfico y sicariato con fuerte presencia en Rivera.
- Vínculo con PCC: Se han reportado contactos en la cárcel de Livramento y coordinación de “trabajos sucios” por encargo.
- Actividades: Ajustes de cuentas, transporte de droga, distribución de armas.
🔴 2. La Nueva Alianza (Rivera – Livramento)
- Origen: Grupo mixto binacional.
- Perfil: Surge como cooperativa informal para mover marihuana paraguaya y cocaína.
- Vínculo con PCC: Trabajan como distribuidores de confianza en la frontera.
- Actividades: Logística de tráfico, paso de armas y contrabando técnico.
🔴 3. Los Piñeirenses (Aceguá – Cerro Largo)
- Origen: Uruguay rural.
- Perfil: Clan familiar dedicado al transporte y ocultamiento de cargas ilícitas.
- Vínculo con PCC: Proveen rutas rurales seguras a emisarios del PCC desde Brasil.
- Actividades: Camuflaje de droga en camiones y paso de armas por caminos secundarios.
🔴 4. Frontera Norte (Artigas – Quaraí)
- Origen: Uruguay – influencia brasilera.
- Perfil: Red de jóvenes narcos formados en la cárcel de Quaraí.
- Vínculo con PCC: Reciben instrucciones desde el sistema penitenciario brasileño.
- Actividades: Distribución en zonas periféricas de Artigas, uso de menores como correos.
🔴 5. La Facción Oriental (Tacuarembó – Rivera)
- Origen: Uruguay.
- Perfil: Banda emergente que busca “franquicia” dentro de la red PCC.
- Vínculo con PCC: Miembros presos han hecho juramento (batismo) y operan con símbolos como el 1533.
- Actividades: Reclutamiento, intimidación local, microtráfico.
🔴 6. Grupo del Paso (Paso de los Toros – Durazno)
- Origen: Interno.
- Perfil: Banda local captada por emisarios del PCC que operaban en la cárcel de Livramento.
- Vínculo con PCC: Adoptaron códigos internos y jerarquías criminales brasileñas.
- Actividades: Transporte interno de cargas desde Rivera hacia el sur.
🔴 7. Clan «Los del Este» (Melo – Río Branco)
- Origen: Cerro Largo.
- Perfil: Familia ampliada dedicada a contrabando y tráfico menor.
- Vínculo con PCC: Reciben mercancía desde grupos brasileños controlados por el PCC.
- Actividades: Acopio de marihuana paraguaya y cocaína boliviana para redes urbanas.
🔴 8. Red de Reclutamiento Carcelario (INR)
- Origen: Múltiple – cárceles de Canelones, Libertad y Rivera.
- Perfil: No es una banda, sino un sistema de captación interno.
- Vínculo con PCC: Miembros del PCC presos en Uruguay adoctrinan y cooptan internos locales.
- Actividades: Juramentos de lealtad, entrenamiento criminal, organización de estructura.
Asimismo, en el contexto del crimen organizado en la frontera entre Brasil y Uruguay, especialmente en los estados brasileños de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, varias facciones criminales actúan como bandas satélites o rivales/complementarias del PCC y mantienen vínculos fluidos con estructuras delictivas uruguayas, en especial en Rivera, Artigas, Aceguá y Río Branco.
Bala na Cara, Os Manos, Os Tauras y otros deben ser considerados como actores claves en la criminalidad transfronteriza.
En la práctica, muchas bandas uruguayas actúan como “subfranquicias funcionales” de estas estructuras brasileñas, lo que complejiza el mapa criminal y la respuesta estatal.
Bala na Cara (BNC)
- Origen: Porto Alegre (Rio Grande do Sul).
- Perfil: Alta letalidad, estructura tipo comando.
- Vínculo con Uruguay: Registros de vínculos indirectos en contrabando de armas y vehículos; algunos miembros han operado en Livramento y Artigas.
- Relación con el PCC: Competencia y colaboración ocasional por territorio.
- Actividades: Sicariato, tráfico de armas, operaciones urbanas y rurales.
Os Manos
- Origen: Santa Maria y zonas del centro de Rio Grande do Sul.
- Perfil: Banda estructurada, con código interno y control territorial.
- Vínculo con Uruguay: Presencia en Santana do Livramento; miembros uruguayos reclutados en el penal de Santa Maria.
- Relación con el PCC: Alineación parcial o subordinación táctica en algunas zonas.
- Actividades: Tráfico de drogas, extorsión, contrabando de armas, “protección” en cárceles.
Os Tauras
- Origen: Pelotas y zona sur de Rio Grande do Sul.
- Perfil: Menor escala, pero altamente adaptados a zonas rurales y de frontera.
- Vínculo con Uruguay: Contactos identificados en Río Branco y Aceguá.
- Relación con el PCC: Intercambio comercial, pero no subordinación directa.
- Actividades: Logística rural para paso de droga y armas, robo de ganado, apoyo a células.
Os Abertos
- Origen: Porto Alegre y litoral.
- Perfil: Banda flexible, basada en “hermandad” más que jerarquía.
- Vínculo con Uruguay: Facilitadores de paso en rutas ilegales y uso de menores uruguayos como mulas.
- Relación con el PCC: Usualmente subordinados o colaborativos.
- Actividades: Transporte, microtráfico, tareas auxiliares.
Os Brabos / Liga da Justiça (menor presencia)
- Origen: Zonas periféricas de Porto Alegre.
- Perfil: Estructura débil, pero violenta.
- Vínculo con Uruguay: Detectados contactos en Cerro Largo.
- Relación con el PCC: Aliados eventuales o tercerizados para acciones puntuales.
- Actividades: Apoyo a operaciones de “rescate” o represalias.
| Modo de conexión | Ejemplos |
| Cárceles compartidas o contiguas | Rivera, Santana do Livramento, Artigas. |
| Tráfico cruzado de menores y mulas | Uso de adolescentes uruguayos para mover droga a Rivera o Tacuarembó. |
| Negocios logísticos conjuntos | Rutas rurales desde Aceguá, rutas fluviales desde Artigas |
| Alianzas de protección territorial | Bandas uruguayas se alinean con brasileñas para garantizar presencia y protección. |
| Ritos, simbología, adoctrinamiento | Tatuajes, códigos verbales, adaptación de “batismos” PCC y réplicas de jerarquías. |
Fuentes:
La Diaria (Uruguay); El Observador (Uruguay);Folha de São Paulo y G1 (Brasil);Hora Uno (Rivera); InSight Crime;Informes de la Fiscalía General de Uruguay.
Fernando Vaccotti 