Cuando los diagnósticos reemplazan a la acción
Uruguay ya no es la excepción
El atentado contra la Fiscal de Corte Mónica Ferrero es un hecho de enorme gravedad institucional. Dos atacantes ingresaron al patio de su casa, efectuaron disparos, cavaron un pozo posiblemente para explosivos y luego incendiaron el vehículo de fuga. No hubo heridos, pero el mensaje fue inequívoco: intimidar a la cabeza del Ministerio Público y medir la respuesta del Estado.
Ferrero no es una recién llegada al riesgo ya que en 2020 fue amenazada por una organización vinculada a Sebastián Marset, que arrojó una bomba molotov contra la Brigada de Drogas de Montevideo. Desde entonces recibió advertencias constantes por su trabajo contra el narcotráfico. Incluso narcotraficantes de alto perfil, como Martín Mutio, llegaron a denunciarla penalmente como forma de presión. La trayectoria muestra una escalada: primero amenazas, luego ataques simbólicos, ahora atentado directo.
La tercera ola en Latinoamérica
Lo ocurrido en Uruguay se inscribe en la dinámica regional que definimos y nombramos frecuentemente como “la tercera ola del crimen organizado transnacional”. Grupos híbridos de narcos, mafias y pandillas que ya no se limitan a corromper, sino que buscan capturar al Estado.
Ejemplos recientes regionales
Haití (2021): asesinato del presidente Jovenel Moïse. Ecuador (2023): asesinato del alcalde de Manta Agustín Intriago, seguido por el del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Paraguay (2022): ejecución del fiscal Marcelo Pecci en Colombia. Ecuador (2024): asesinato del fiscal César Suárez. Colombia (2025): asesinato del precandidato Miguel Uribe Turbay. México (2024): la elección más violenta en décadas, con 37 candidatos asesinados.
ONGs y DD.HH.: en México, Colombia, Haití y Nicaragua, defensores, activistas y trabajadores humanitarios asesinados, hostigados o desplazados.
El patrón es inequívoco: matar para gobernar. Cada ataque busca romper la columna vertebral de la justicia, la política y la sociedad civil.
Planes sobran, acción falta
Aquí entonces se centra la crítica central de todo esto ya que los Estados siguen produciendo diagnósticos y planes de seguridad para el futuro, mientras en el presente la criminalidad avanza sin freno.
Diagnósticos sobran. Informes, mesas de trabajo, comités, congresos. Fracasos políticos también. Ninguna de esas instancias ha frenado la espiral. El crimen no espera. Mientras tanto, se asesinan fiscales, alcaldes, presidentes, candidatos y activistas.
En Uruguay, mientras se pensaba en el diseño de la seguridad del futuro, la inseguridad del presente golpeó a la puerta de la Fiscal de Corte.
Por qué los planes no bastan
Fragmentación institucional: demasiados comités, poca acción coordinada.
Presupuesto ritualista: se invierte más en estudios que en choques operativos.
Ceguera financiera: sin cortar el dinero ilícito, la rueda sigue girando.
Corto plazo político: se privilegia la foto y no el resultado.
El resultado: se piensa en la seguridad del 2030, mientras la población vive la inseguridad del 2025.
Qué hacer ya (mínimo vital)
Protección dinámica 24/7 para fiscales, jueces y autoridades clave. “Task force” de choque Fiscalía–Interior–Defensa para atacar logística (puertos, depósitos, vehículos, finanzas). Congelamiento inmediato de activos y trazabilidad financiera regional; juicios rápidos y condenas ejemplares contra quienes ataquen al Estado; rendición pública de cuentas en avances visibles para quebrar el efecto impunidad.
Conclusión
El atentado contra la Dra. Mónica Ferrero confirma que Uruguay ya no está fuera del mapa de la violencia política-criminal. La tercera ola llegó.
Y el Estado debe decidir: ¿seguirá acumulando diagnósticos mientras la delincuencia mata en el presente, o pasará a la acción?
Porque cuando se dispara contra una fiscal de Corte, se dispara contra la nación entera.
Resumen cronológico 2021–2025
2021: asesinato de Jovenel Moïse (Haití).
2022: asesinato del fiscal Marcelo Pecci (Paraguay).
2023: asesinatos de Agustín Intriago y Fernando Villavicencio (Ecuador).
2024: asesinato del fiscal César Suárez (Ecuador); 37 candidatos asesinados en México.
2025: asesinato de Miguel Uribe Turbay (Colombia); atentado contra Mónica Ferrero (Uruguay).