Perú: extractivismo armado y pueblos originarios en resistencia

Opinión

Perú continúa en el tope de la agenda latinoamericana de violencia interna y criminalidad organizada. En apenas dos semanas se acumularon hechos que confirman el cuadro: bloqueos mineros en Cusco, nuevas medidas de fuerza en Loreto por derrames petroleros, protestas juveniles reprimidas en Lima y un VRAEM que no se apaga. En este escenario convergen intereses políticos, étnicos y económicos en una mezcla explosiva, donde la represión estatal, el extractivismo sin licencia social y la persistencia de actores armados marcan un país fracturado y en permanente estado de excepción.

Contexto

El Perú atraviesa desde hace más de dos años un ciclo de violencia política y social que dejó de ser coyuntural: se transformó en un patrón crónico de militarización del orden interno y confrontación con comunidades indígenas y movimientos sociales de izquierda. A este cuadro se suma un frente armado residual en el VRAEM y una crisis de legitimidad política sin salida clara. El resultado es un país fracturado, con muertos, bloqueos y un Estado que confunde control militar con gobernabilidad.


Represión 2022–2023: el racismo letal del Estado

Las protestas posteriores a la destitución de Pedro Castillo (dic-2022 a mar-2023) dejaron más de 50 muertos y 1.400 heridos. Las víctimas se concentraron en Puno, Ayacucho y Cusco, regiones de población indígena aimara y quechua.
Organismos internacionales (ONU, HRW, Amnistía) han señalado un sesgo racial y el uso desproporcionado de la fuerza, llegando a investigar la cadena de mando que incluye a la presidenta Dina Boluarte y mandos policiales y militares.

Ese expediente sigue abierto, pero el mensaje político fue claro: en Perú protestar en el sur indígena puede costar la vida.


El Estado de Emergencia como política permanente

Desde entonces, los Estados de Emergencia se volvieron norma: prórrogas sucesivas en Puno, Cusco y Ayacucho; más recientemente en Lima y Callao (2025), bajo el argumento de la ola criminal.
Se habilita así el despliegue militar en funciones policiales, diluyendo el límite entre defensa y seguridad interior, y normalizando la excepción como modelo de gestión.


Conflictos extractivos: cobre y petróleo en disputa

La otra cara de la crisis es el extractivismo sin licencia social:

  • En Cusco y Apurímac, las comunidades bloquearon en 2025 el acceso a Antapaccay (Glencore) y Las Bambas (MMG). El corredor minero del sur vive en tensión permanente por compensaciones incumplidas y daños ambientales.
  • En la Amazonía (Loreto), el Oleoducto Norperuano fue saboteado en varias ocasiones este año; comunidades organizadas en ORPIO y AIDESEP bloquearon ríos y estaciones petroleras exigiendo salud y reparación por derrames.

El Estado respondió con militarización y criminalización, mientras las compañías y Petroperú presionan por continuidad de operaciones.


Minería ilegal y la explosión amazónica

En julio 2025, el gobierno expulsó a más de 50.000 mineros del esquema de formalización. Resultado: bloqueos en el corredor del cobre, protestas en Madre de Dios y Loreto, y un rebrote de la violencia asociada a la minería ilegal de oro.
Las comunidades indígenas (como la Nación Wampís, GTANW) han optado por organizar guardias territoriales para frenar tanto al crimen organizado como a las propias fuerzas estatales coludidas.


VRAEM: guerra de baja intensidad, efecto político alto

El Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) mantiene la presencia del MPCP, remanente de Sendero Luminoso. Su capacidad militar es baja, pero su impacto político es enorme: emboscadas esporádicas, control parcial de zonas cocaleras y nexos con economías ilícitas.
El VRAEM recuerda cada día que Perú sigue siendo un país en guerra interna de baja intensidad.


Crisis política y juventud en la calle

El caso “Rolexgate” (2024) golpeó de muerte la legitimidad de Boluarte: detenciones de su hermano y abogado, marchas urbanas y el regreso de la generación post-pandemia a las calles de Lima.
El 21 de septiembre de 2025, miles de jóvenes marcharon contra la corrupción; la respuesta volvió a ser represión.

La narrativa de impunidad se consolidó con la Ley de Amnistía (2025), que pretende extinguir procesos por violaciones de DDHH en los 80-2000. La ONU advirtió: Perú camina hacia la legalización del abuso estatal.


El telón económico

La economía peruana ofrece un colchón macro pero no resuelve la fractura social:

  • PIB 2024: ~3,1 % de crecimiento; expectativa 2025: ~2,8–3 %.
  • Inflación: controlada (~1,7 % en julio 2025).
  • Desempleo: ~6 %, con alto subempleo y precariedad rural.
  • Déficit fiscal: ~3,5 % del PIB en 2024; meta de 2,8 % en 2025.
  • Riesgo país: 160 puntos básicos, moderado en la región.

El problema no son las cifras frías, sino que la bonanza minera y los equilibrios macro no se traducen en salud, educación ni compensaciones reales en los territorios que sangran.


Escenarios posibles

  1. Contención negociada (prob. media): acuerdos puntuales con comunidades y reparación mínima; el conflicto queda latente.
  2. Espiral de bloqueos (prob. media-alta): simultaneidad en corredor del cobre y ONP, con sabotajes crecientes.
  3. Ruptura político-social (prob. baja-media, impacto alto): reactivación juvenil y nueva ola de muertos que fuerce adelanto electoral.

Algunas reflexiones

Perú no es un país en transición, es un país en fractura. El Estado juega a la excepción, las comunidades responden con bloqueos, el VRAEM sigue ardiendo y en Lima se percibe profundamente la corrupción.
La pregunta no es si habrá más violencia, sino dónde y cuándo.
Y mientras la élite mira las cifras macro con orgullo, en el sur y la selva, el mensaje es brutal y simple: “sin justicia, no habrá paz”.


Acrónimos y términos

  • AIDESEP: Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana
  • ORPIO: Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente
  • GTANW: Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís
  • FENATEP: Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú
  • ICRC / CICR: Comité Internacional de la Cruz Roja
  • OHCHR / ACNUDH: Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH
  • HRW: Human Rights Watch
  • MPCP: Militarizado Partido Comunista del Perú (remanente Sendero)
  • SL: Sendero Luminoso
  • VRAEM: Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro
  • ONP: Oleoducto Norperuano
  • Petroperú: Empresa estatal de hidrocarburos
  • Rolexgate: Escándalo político por relojes de lujo (2024)
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Autor: Fernando Vaccotti

Former Field Security Officer OIM AMCA Venezuela. Consultor Privado en FV Consulting. Experto en Seguridad Internacional. Security Consulting Services & Solutions. Consultor Experto en Seguridad WFP (Programa Mundial de Alimentos ONU). Field Security Officer en OIM ONU -Migración. Soluciones en Seguridad Multidimensional. Pensando soluciones fuera de la caja. Out of box thinking.

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