Por Fernando Vaccotti
De la vacancia de Boluarte al dilema de José Jerí: un país atrapado entre la calle y el poder
“Cuando los pueblos dejan de creer, los gobiernos dejan de gobernar.”
La caída de Boluarte y el ascenso de José Jerí

El 9 de octubre de 2025, el Congreso peruano destituyó a la presidenta Dina Boluarte por “incapacidad moral permanente”, tras meses de escándalos, corrupción y una creciente crisis de seguridad.
En cuestión de horas, el entonces presidente del Congreso, José Jerí, asumió la presidencia interina prometiendo “reconstruir la confianza nacional” y “devolver la estabilidad”.
Sin embargo, lejos de pacificar el país, su nombramiento reavivó una ola de indignación popular que tomó las calles desde el primer día. En su contra pesan viejas denuncias de acoso sexual y el recuerdo de un Congreso profundamente desacreditado. La población percibe el relevo no como un cambio, sino como una reconfiguración del mismo poder político que lleva años ahogando al país.
Una Síntesis preocupante
- Total de presidentes (1990–2025): 12
- Por vacancia, renuncia o caída: 8
- Gobiernos de transición: 3
- Mandatos completos: solo 3 (Toledo, García, Humala).
- Tendencia: crisis estructural de legitimidad política, fragmentación institucional y pérdida de confianza pública.
La calle vuelve a arder
En los días siguientes, las manifestaciones se multiplicaron en Lima, Cusco, Arequipa y otras ciudades. Colectivos feministas, jóvenes de la llamada “Generación Z” y sindicatos marcharon bajo un mismo lema: “No más impunidad, no más reciclaje político”.
El 15 de octubre, las protestas se tornaron violentas cerca del Congreso. La policía reprimió con gases y perdigones; el saldo fue un muerto y más de cien heridos. El fallecido, Eduardo Ruiz, se convirtió rápidamente en símbolo del hartazgo y de la brutalidad institucional.
El gobierno respondió denunciando “infiltraciones delincuenciales” en las marchas, mientras organizaciones de derechos humanos exigieron una investigación inmediata por uso excesivo de la fuerza.
Un país sin legitimidad
Perú enfrenta una de las crisis políticas más prolongadas de su historia reciente. En menos de una década, ha visto desfilar seis presidentes -Kuczynski, Vizcarra, Merino, Sagasti, Castillo, Boluarte y ahora Jerí- todos devorados por la misma lógica: corrupción, fragmentación del Congreso, desconfianza ciudadana y ausencia de liderazgo moral.

La asunción de Jerí carece de legitimidad social. No fue electo por voto popular y asume en un clima de colapso de representatividad. La sociedad percibe que las élites políticas se turnan el poder mientras la pobreza, la inseguridad y la desigualdad se profundizan.
En este contexto, el Estado peruano parece un cascarón institucional que ya no representa a nadie, y la calle emerge como único espacio de catarsis política.
La trampa de la transición
Jerí intenta sostener un discurso de transición democrática y orden institucional, pero su margen de maniobra es mínimo. Cualquier decisión será interpretada como una maniobra de autodefensa del sistema.
La pregunta central no es si podrá gobernar, sino si podrá sobrevivir políticamente sin incendiar aún más el país.
Los movimientos sociales, que desde 2022 han ganado experiencia de coordinación y presencia territorial, ya no confían en promesas. Exigen una Asamblea Constituyente, una reforma integral del Congreso y elecciones generales inmediatas.
Cronología de los cambios presidenciales en Perú (1990–2025)
| Presidente | Periodo | Forma de salida | Motivo principal / contexto | Estatus actual (2025) |
|---|---|---|---|---|
| Alberto Fujimori | 1990–2000 | Renuncia (desde Japón) y destitución posterior | Corrupción, violaciones a DD.HH., autogolpe (1992) y colapso del régimen. | Condenado y cumpliendo prisión domiciliaria; símbolo del autoritarismo peruano. |
| Valentín Paniagua | 2000–2001 | Asumió interinamente tras caída de Fujimori | Gobierno de transición democrática; restauración institucional. | Fallecido (2006); recordado por su integridad. |
| Alejandro Toledo | 2001–2006 | Fin de mandato constitucional | Posterior acusación por sobornos (caso Odebrecht). | Cumple arresto domiciliario tras extradición de EE. UU. (2023). |
| Alan García | 2006–2011 | Fin de mandato | Acusado por corrupción (caso Lava Jato). | Fallecido (2019) por suicidio durante intento de detención. |
| Ollanta Humala | 2011–2016 | Fin de mandato | Investigado por lavado de activos y aportes irregulares. | Procesado judicialmente; mantiene actividad política. |
| Pedro Pablo Kuczynski (PPK) | 2016–2018 | Renuncia | Acusaciones por corrupción y compra de votos en el Congreso. | Arresto domiciliario; apartado de la política activa. |
| Martín Vizcarra | 2018–2020 | Vacancia (destitución congresal) | Presuntos sobornos en etapa como gobernador; crisis con Congreso. | Inhabilitado políticamente por 10 años. |
| Manuel Merino | Nov. 2020 (6 días) | Renuncia | Protestas masivas y represión con muertos tras destitución de Vizcarra. | Desaparecido del ámbito político; figura impopular. |
| Francisco Sagasti | 2020–2021 | Fin de mandato transitorio | Gobierno de unidad tras crisis Merino; gestionó elecciones limpias. | Retirado de la política activa; respetado como figura técnica. |
| Pedro Castillo | 2021–2022 | Vacancia y detención | Intento de autogolpe; acusado de corrupción y conspiración. | En prisión preventiva; aún con base popular en zonas rurales. |
| Dina Boluarte | 2022–2025 | Destituida (vacancia congresal) | Represión de protestas, acusaciones de corrupción y pérdida de apoyo político. | Procesada por violaciones a DD.HH.; caída en medio de crisis social. |
| José Jerí | 2025–actualidad | En funciones (asume por sucesión congresal) | Llegada tras vacancia de Boluarte; enfrenta protestas, 1 muerto y más de 100 heridos. | Legitimidad cuestionada; posible escenario de transición o renuncia anticipada. |
La dimensión regional
La crisis peruana se suma a un patrón regional: erosión de legitimidad democrática, captura institucional y desafección ciudadana. En la mayoría de los países andinos, el Estado es percibido como incapaz de proteger o representar a la sociedad.

El vacío político deja terreno fértil para nuevos populismos, redes criminales y actores extrainstitucionales que operan como sustitutos del Estado.
Desde una mirada de seguridad y poder, el caso peruano muestra cómo la crisis de legitimidad se ha convertido en el principal riesgo estructural de Latinoamérica. Ya no se trata solo de corrupción, sino de la desconexión total entre el Estado y su pueblo.
Escenarios posibles
Estancamiento político controlado: Jerí intenta gobernar con apoyo del Congreso y contención policial, pero con baja gobernabilidad.
Escalada de violencia y colapso institucional: nuevas muertes en protestas, intervención internacional y presión por elecciones anticipadas. Reconfiguración democrática: renuncia de Jerí, gobierno de consenso y llamado a comicios con reforma parcial del sistema político.
Reflexiones
Perú está ante un nuevo punto de inflexión. No es solo una disputa de nombres, sino una lucha por el sentido mismo del Estado.
Si la clase política no comprende el mensaje de la calle -legitimidad, transparencia y justicia- el país seguirá atrapado en un ciclo de vacancias, represión y desilusión.
La legitimidad perdida no se recupera con decretos. Se reconstruye con verdad, sacrificio y visión de Estado.