SISTEMA DE MISILES RUSO 9K338 IGLA-S EN VENEZUELA

Un análisis técnico-estratégico y una lectura geopolítica del despliegue militar en el país para responder a la avanzada de Estados Unidos y la presión multidimensional ejercida.

Por Fernando Vaccotti

Nota del autor

Entre los años 2019 y 2022, presté servicios profesionales para organismos internacionales con presencia en Venezuela, desempeñándome en tareas vinculadas a la seguridad operativa y la evaluación de riesgos en el terreno. Durante ese período, participé en procesos de análisis, planificación y coordinación de operaciones en distintas zonas del país, lo que me permitió observar de primera mano la evolución del entorno político-militar venezolano, el estado real de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y las condiciones de seguridad en áreas estratégicas, incluido algún tipo de movimientos de bandas parapoliciales o paramilitares que controlan territorio en varios Estados incluyendo la ciudad capital de Caracas.

Estuve allí y en la región en pleno desarrollo de la pandemia del COVID 19. La situación excepcional que se vivía también constituyó una oportunidad única de ver de cerca muchas situaciones puntuales.

Gran parte de la información contenida en este informe proviene de fuentes directas y observación sobre el terreno, complementada con material OSINT, informes técnicos, análisis militares comparados y declaraciones oficiales recientes.

Mantengo un contacto permanente con muchas de las personas que conocí en Venezuela.

El propósito de este trabajo no es sólo describir un sistema de armas, sino interpretar el mensaje político y estratégico que acompaña su despliegue en el contexto regional actual.

La fuerza como ilusión

El reciente anuncio de Nicolás Maduro sobre la supuesta posesión de más de cinco mil misiles antiaéreos rusos Igla-S no puede interpretarse sólo como un despliegue de fuerza militar.

Es, ante todo, una operación política y psicológica dirigida tanto hacia el exterior como hacia el interior del propio régimen. En momentos en que su base de poder real se erosiona –económica, social y militarmente– Maduro intenta reconstruir la narrativa de fortaleza, proyectando una imagen de soberanía armada y control territorial absoluto que contrasta con la fragmentación que vive su país.

La exposición mediática del presidente venezolano ha crecido en las últimas semanas, y no por casualidad. El discurso del “pueblo armado”, de la defensa de la patria y del arsenal de misiles listos para el combate, busca reafirmar una autoridad en crisis, más simbólica que efectiva.

Maduro y el Cartel de los Soles en su hora más vulnerable

En el fondo, revela una etapa de vulnerabilidad, cuando un régimen necesita mostrar poder de forma ostentosa, generalmente es porque teme perderlo. No se trata de una demostración militar, sino de una puesta en escena política, dirigida a su propia cúpula y a las facciones internas de la FANB, en un intento por evitar fracturas o deserciones.

La amenaza de “combatir” -palabra elegida con precisión propagandística seguramente originada en la doctrina de inteligencia cubana-tiene un destinatario múltiple. Hacia afuera, es un mensaje de desafío frente a Estados Unidos y sus aliados caribeños; hacia adentro, es una advertencia a los suyos: “estamos listos para resistir”. Pero lo que se esconde detrás de esa retórica beligerante es una estructura estatal agotada, con deterioro operativo de sus fuerzas, corrupción sistémica, desgaste de liderazgo y una creciente desconfianza interna.

Escenario posible en el Caribe

En el plano regional, el Caribe se ha transformado en un espacio de tensión estratégica creciente. La presencia de misiles rusos en territorio venezolano, aun de carácter defensivo, introduce un nuevo factor de incertidumbre en la ecuación de seguridad hemisférica. Washington observa con atención el despliegue de estos sistemas –por su potencial disuasivo, pero también por el riesgo de proliferación hacia actores no estatales o grupos irregulares aliados del chavismo-. De esto hemos escrito y hablado en nuestros medios por ejemplo en el reciente artículo sobre el ELN.

En un escenario de crisis, la frontera aérea del Caribe podría convertirse en un tablero de disuasión activa, donde cada vuelo militar, cada maniobra naval y cada transmisión de radar adquiera un valor político.

El control de rutas aéreas y marítimas, la protección de refinerías, y la interdicción de narcovuelos desde y hacia el oriente venezolano son piezas de un mismo juego, un pulso silencioso por el dominio del espacio estratégico caribeño.

Venezuela intenta presentarse como una fortaleza inexpugnable, pero en realidad exhibe una defensa asimétrica y fragmentada, basada en sistemas dispersos, operadores con entrenamiento irregular y una cadena de mando dependiente de la voluntad política del régimen.

La fortaleza aparente es, en realidad, un síntoma de debilidad.

En política, como en la guerra, quien necesita gritar que tiene poder, suele estar perdiéndolo.

Características técnicas del sistema

El Igla-S (9K338, designación OTAN SA-24 “Grinch”) es un sistema portátil de defensa antiaérea ruso (MANPADS) concebido para neutralizar aeronaves a baja altitud.

Alcance efectivo: hasta 6 km

Altura máxima de enganche: ~3,5 km Velocidad del misil: ~570 m/s

Cabeza de combate: 2,5 kg con espoleta de proximidad

Guiado: infrarrojo de doble banda, resistente a contramedidas térmicas Peso del conjunto (lanzador + misil): ~19 kg

Su diseño portátil y de rápida operación le permite ocultamiento, movilidad táctica y efectividad frente a helicópteros, drones o aviones ligeros en misiones de ataque o reconocimiento.

Antigüedad del equipamiento en Venezuela

El Igla-S ingresó en el arsenal venezolano hacia 2009, dentro del programa de cooperación técnico-militar con Rusia.

La primera exhibición pública se realizó durante el desfile militar del 19 de abril de ese año.

Los lotes iniciales se estiman en varios centenares de unidades, ampliados en años posteriores hasta alcanzar -según declaraciones oficiales de 2025- unas 5.000 unidades desplegadas en todo el territorio nacional.

Estas adquisiciones se inscriben en la política chavista de independencia armamentística y sustitución de material estadounidense.

Actualmente, la antigüedad operativa del sistema ronda los 15-16 años, lo que plantea desafíos de mantenimiento, obsolescencia de componentes y dependencia logística del soporte ruso.

Capacitación de las fuerzas y apoyo ruso

Existen indicios consistentes de cooperación rusa en el entrenamiento de operadores venezolanos:

La llegada de contingentes técnicos rusos en 2019 y 2020 fue reconocida por fuentes diplomáticas, bajo el marco de “asistencia técnico-militar”. Declaraciones oficiales de la FANB sostienen que los operadores del Igla-S están “entrenados y desplegados en todo el país”. Sin embargo, no hay verificación independiente del grado de competencia operativa ni de ejercicios reales de tiro supervisados externamente.

Se presume que la FANB mantiene una capacidad básica operativa, pero su nivel de alistamiento y control de inventario es incierto. El mantenimiento prolongado sin soporte industrial directo puede reducir la fiabilidad del sistema.

Antecedentes de utilización internacional y efectividad

El Igla-S ha sido empleado en varios conflictos recientes:

En Ucrania, fuerzas locales utilizaron sistemas Igla y Verba para abatir helicópteros rusos en 2022-2023. En Siria, Irak y Libia, versiones anteriores fueron observadas en manos de fuerzas irregulares, con resultados mixtos. En general, su efectividad ronda entre 40 % y 60 % de probabilidad de impacto en condiciones óptimas.

Su valor estratégico reside más en la disuasión que en la destrucción masiva y obliga a un adversario a operar a mayor altitud, limita la maniobra de helicópteros y drones y encarece las operaciones de vigilancia o interdicción.

Implicaciones estratégicas y riesgos de proliferación

La acumulación de miles de MANPADS genera tres impactos:

Disuasión interna y externa. Venezuela refuerza su discurso soberanista y su vínculo con Rusia, intentando mostrar capacidad para negar el espacio aéreo.

Debilidad estructural. La dispersión del sistema y la falta de mantenimiento real convierten esta defensa en una red más simbólica que funcional.

Riesgo de proliferación. La existencia de grandes arsenales portátiles en un país con fronteras porosas y grupos armados irregulares eleva el riesgo de desvío de armas hacia actores no estatales o redes criminales transnacionales.

A nivel hemisférico, la presencia de estos misiles refuerza la lógica de tensión permanente en el Caribe, con posibles efectos sobre la libertad de patrullaje de EE. UU. y sus aliados, y sobre la estabilidad de operaciones antidrogas y de interdicción marítima.

Análisis

El Igla-S es un sistema avanzado dentro de su categoría, pero no altera el equilibrio estratégico regional. Su despliegue masivo responde más a una narrativa política que a una necesidad táctica real. La FANB posee conocimiento básico del sistema gracias al apoyo ruso, aunque su nivel de adiestramiento y mantenimiento es cuestionable. El principal efecto del anuncio es psicológico y propagandístico dirigido a proyectar fortaleza donde hay debilidad. En términos regionales, el Caribe entra en una fase de tensión disuasiva donde cada maniobra militar o declaración adquiere un peso estratégico.

En síntesis, Venezuela no está fuerte en ningún plano militar, político, social y económico; pero, como todo régimen en decadencia, se refugia en la retórica del poder armado para contener su propia fragmentación interna.

Fuentes consultadas

Fuentes primarias y oficiales

Ministerio del Poder Popular para la Defensa (Venezuela) – Comunicados y transmisiones oficiales de ejercicios militares (2009–2025). Declaraciones de Nicolás Maduro, 23 de octubre de 2025: anuncio sobre “más de 5.000 misiles Igla-S” — cobertura en El País, Cadena SER, TRT World, The Sun y Economic Times India. Embajada de la Federación de Rusia en Caracas – Comunicados sobre cooperación técnico-militar (2009–2024). Sistema de Información de Naciones Unidas sobre Armas Convencionales (UNROCA) – registros de transferencia de MANPADS a Venezuela (2008–2012). SIPRI – Stockholm International Peace Research Institute, Arms Transfers Database – registros de exportaciones rusas a Venezuela. GlobalSecurity.org – Fichas técnicas de los sistemas 9K338 Igla-S y reportes de exportación. Wikipedia (ediciones verificadas en español e inglés) – entradas “9K338 Igla-S”, “Relaciones Rusia–Venezuela”, contrastadas con fuentes complementarias.

Observaciones personales realizadas en decenas de visitas de terreno, millas náuticas navegadas, vuelos y sobre todo, conversaciones de carácter profesional con personas vinculadas al régimen y opositores, así como políticos e integrantes de la comunidad internacional.

Fuentes secundarias y especializadas

Army Recognition Magazine (2024–2025): “Venezuela declares 5,000 Igla-S missiles in nationwide defense net to deter U.S. Caribbean flights.” “Alert: Venezuela launches major air defense drills following possible U.S. military actions.” Air Pra Defense Review (2023) – “Unveiling the Mighty Igla and Verba Air Defence System.” Testbook.com (India Defence Education) – Ficha técnica y evolución del Igla-S. SOFREP News (2022–2024) – Reportes de empleo de MANPADS Igla en Ucrania. The Guardian (28 mar 2019) – “Russian troops landed in Caracas for talks with Venezuelan envoy.” The Sun (UK) (2025) – “Maduro boasts he has 5,000 missiles ready for war.” TRT World (2025) – “Venezuela deploys Russian Igla missiles amid Caribbean tensions.” The Economic Times of India (2025) – “5,000 Russian Igla-S vs U.S. F-35 fighters over Venezuelan skies.” Forum Warthunder.com – Discusión técnica sobre 9K38 Needle / Igla series. Documentos académicos y OSINT (2022–2025) – Análisis sobre riesgos de proliferación de MANPADS en América Latina y vulnerabilidades de control armamentístico.

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Autor: Fernando Vaccotti

Former Field Security Officer OIM AMCA Venezuela. Consultor Privado en FV Consulting. Experto en Seguridad Internacional. Security Consulting Services & Solutions. Consultor Experto en Seguridad WFP (Programa Mundial de Alimentos ONU). Field Security Officer en OIM ONU -Migración. Soluciones en Seguridad Multidimensional. Pensando soluciones fuera de la caja. Out of box thinking.

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