OPINIÓN, por Fernando Vaccotti
El mundo vive un momento histórico donde la polarización política, religiosa y social deja de ser ruido de fondo para transformarse en matriz de conflicto, legitimación de violencia y captura de espacios públicos. No es un fenómeno aislado de nuestra región, es parte de una tendencia más amplia que atraviesa Medio Oriente, África y Europa; y que encuentra en Latinoamérica un terreno fértil con sus propias fragilidades institucionales, su geografía criminal y sus tensiones políticas.
Del Medio Oriente al Cono Sur: la geografía de la fractura
En el Medio Oriente, la disputa no es solo territorial. Es religiosa, identitaria, energética y geopolítica. Sectas, milicias, Estados débiles o fragmentados, actores externos, ideologías transnacionales y economías ilícitas sostienen conflictos de larga duración donde la línea entre insurgencia y crimen se diluye.
Irán y sus proxies, Hamás, Hezbollah, milicias chiitas en Irak, grupos tribales en Yemen, intereses energéticos, rutas de contrabando y financiación clandestina conforman un ecosistema híbrido–criminal donde ideología y dinero conviven.
En África, desde el Sahel hasta el Cuerno, fenómenos similares:
- milicias étnicas sustituyendo funciones estatales;
- yihadismo y economías informales;
- expansión de PMCs y actores extranjeros;
- minerales estratégicos, rutas migratorias y narcotráfico convergen.
En ambos escenarios, la ecuación se repite: vacíos de gobernanza, identidades polarizadas, y economías ilícitas lo que es igual a un co-gobierno criminal.

El aterrizaje del crimen organizado como actor político
El crimen transnacional dejó de ser una amenaza “de seguridad pública” y es ya un actor político con capacidad de gestión territorial.
Ofrece servicios, regula conflictos, impone normas, administra justicia paralela, y -cuando es necesario- se alía con actores formales del poder.
Ya se ha presentado en varias regiones de nuestro continente, como ser:
- Sinaloa y CJNG en México;
- Comando Vermelho y milicias en Brasil;
- Tren de Aragua proyectado desde Venezuela;
- BACRIM, ex-FARC y ELN en Colombia;
- Pandillas en Ecuador y Centroamérica;
- mafias europeas/albanesas/asiáticas operando en puertos del Cono Sur.
No son “bandas”. Son actores de poder.
Cuando la polarización se vuelve combustible
Cada crisis de seguridad en la región abre dos autopistas discursivas que corren en paralelo y se chocan frontalmente:
| Campamento político-social | Narrativa |
|---|---|
| Orden, autoridad, control territorial | “Guerra contra el narco / Estado presente / colapso si no actuamos ya” |
| Derechos, garantías, enfoque social | “Militarización / represión / criminalización de los pobres / Estado autoritario” |
Ambas contienen verdades y riesgos. Pero cuando se vuelven identidades cerradas, paralizan al Estado y abren espacio para la gobernanza criminal.
«Donde el Estado discute, el crimen avanza».
Latinoamérica como escenario de la nueva ola

Nuestra región latina enfrenta una tormenta perfecta:
- Crisis económica y desigualdad persistente
- Debilidad estatal en periferias urbanas y fronteras
- Puertos estratégicos globales
- Migración masiva y desplazamientos criminales
- Captura política en algunos países
- Militarización discursiva y política
- Guerra informativa y legitimación social criminal
La guerra en Río de Janeiro que cobró en las últimas 48 horas una visibilidad enorme por la magnitud de lo quedó a la vista y las repercusiones políticas internas de un fenómeno que lleva más de 30 años ocurriendo, las cárceles ecuatorianas convertidas en centros de comando, el resurgir paramilitar en Colombia, el intento de creación de una zona binacional con eje en la influencia del la cuenca del río Catatumbo para gerenciar las ilegalidades, la cohabitación del estado híbrido-criminal en Venezuela que ha tomado al Estado, el avance de las mafias balcánicas y carteles mexicanos en el Cono Sur: todo pertenece a la misma narrativa global de desorden estratégico.
La pregunta no es si llegará a Uruguay, sino cómo y cuándo
Uruguay observa el fenómeno con su tradicional sentido de excepcionalidad, legítimo por historia y resultados, pero no inmune.
Los flujos criminales se mueven hacia donde hay puertos, finanzas, estabilidad y oportunidad.
Hoy Uruguay es atractivo no por su debilidad, sino por su fortaleza relativa.
El desafío de la anticipación estratégica del Estado se debería implementar de la siguiente manera:
- Inteligencia estratégica
- Cooperación regional y extrarregional
- Blindaje comunitario y urbano
- Control financiero y portuario
- Discurso político despolarizado
- Prevención e integración territorial
La verdadera defensa no está solo en la frontera o en el patrullero. Está en la legitimidad del Estado frente a la comunidad.
La lección global
Donde los líderes discuten ideologías, los grupos criminales discuten negocios y poder.
Donde las sociedades se fragmentan en tribus morales, ellos construyen lealtades pragmáticas.
Donde el Estado llega tarde, ellos ya están dentro.
Latinoamérica no es la próxima estación, ya está en el mapa global de las zonas grises del poder.
El desafío es evitar convertirse en terreno fértil para la misma lógica que hoy fractura Medio Oriente y África, con Estados débiles, sociedades polarizadas y actores armados paralelos ganando legitimidad desde abajo.
El reloj está corriendo.
Fuentes recomendadas
- Douglas Farah — “Fourth Transnational Criminal Wave: New Extra-Regional Actors” (2024): analiza cómo el crimen organizado en Latinoamérica está siendo transformado por actores extra-regionales.
- GAFILAT (Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica) — Informe “Report on practices and challenges… beneficial ownership” (2024) sobre mecanismos de transparencia de empresas que permiten lavado de activos.
- Global Organized Crime Index (Global Initiative Against Transnational Organized Crime) — Mapa global del crimen organizado, brinda contexto “global” al fenómeno regional.
- Africa Organised Crime Index (ENACT) — Para tener espejo comparativo en África: dinámica de bandas, resiliencia institucional, territorios de vacancia estatal.
- OSINT como herramienta — “The role of Open Source Intelligence in … TOC” (2023) aborda cómo OSINT permite mapear redes de crimen/trata/migración.
- Otro informe: “Financial Crime in Latin America and the Caribbean” (Global Financial Integrity) — para el componente de lavado y finanzas ilícitas.