Honduras en Punto Crítico: Urnas, Narco y Poder Global

Por Fernando Vaccotti

La víspera de una elección que huele a historia

Hay países donde las elecciones se sienten como un trámite. Y hay países donde, antes de votar, el aire cambia. En Honduras pasó eso.

En Tegucigalpa la gente mira al cielo como si buscara una señal. En San Pedro Sula se escucha el rumor de las motos sin patente. En los departamentos del interior, la noche cae más rápido de lo habitual. Los barrios controlados por las maras bajan la cortina temprano, los comerciantes cierran antes, los taxis evitan ciertas rutas. Todo el mundo sabe que se acerca algo importante, algo que puede torcer el destino del país.

Las urnas están listas. Los custodios militares ya circulan. La OEA levanta la ceja. Las embajadas observan. Los jefes de campaña hablan de encuestas, pero nadie cree en nadie.

Honduras llega al 30 de noviembre con la sensación de que esta elección no es una más si no es un punto crítico. Una bisagra. Una frontera entre lo que fue y lo que puede ser. Un momento donde chocan tres fuerzas: la política, el crimen organizado y los intereses globales.

En esta geografía de tensión, el país vota. Y al votar, puede cambiar no solo su futuro inmediato, sino el equilibrio completo de Centroamérica.

Breve historia reciente: del bipartidismo estable al caos institucional

Durante décadas Honduras respondió a un guión simple y conocido, el Partido Nacional contra Partido Liberal. Derecha contra centro-derecha. Dos máquinas sólidas, con redes territoriales profundas y alianzas históricas. Pero la estabilidad era pura ilusión.

La corrupción estructural, el avance del narcotráfico y la desconexión con la ciudadanía prepararon el terreno para el colapso.

2017: la elección que detonó la desconfianza

La reelección de Juan Orlando Hernández, marcada por denuncias de fraude y represión en las calles, abrió una herida que no cerró jamás. Desde entonces, el sistema electoral hondureño funciona con respiración asistida.

2021: el giro ideológico y el ascenso de LIBRE

La llegada de Xiomara Castro al poder rompió el bipartidismo. Honduras se alineó – aunque parcialmente – con las nuevas izquierdas latinoamericanas, abrió la puerta a China y reordenó su discurso internacional. Pero el deterioro en seguridad, la incapacidad de controlar a las maras y la parálisis institucional erosionaron la confianza en el oficialismo. Hoy, esa factura llega a las urnas.

El presente electoral: tres candidatos, un país dividido

Nasry Asfura – derecha tradicional. Representa el retorno del viejo orden. Orden, estructura, maquinaria, territorialidad. Pero también trae consigo la sombra tóxica del expresidente Hernández, cuyo vínculo con el narcotráfico ya forma parte de expedientes judiciales norteamericanos.

Rixi Moncada – oficialismo de izquierda. Es la continuidad del proyecto Castro-Zelaya. Promete protección social, Estado presente y alianzas estratégicas con nuevos socios, pero arrastra desgaste, división interna y la percepción de ineficacia frente al crimen.

Salvador Nasralla – outsider político-mediático. Carismático, anticorrupción, urbano. Una especie de tercera vía que seduce a jóvenes, clases medias y sectores desencantados con los extremos.

Los tres llegan a esta instancia empatados, con márgenes mínimos. Cualquiera puede ganar. Nadie tiene asegurada la gobernabilidad.

Crimen y control territorial: el actor silencioso que define el país

Honduras es una república asediada por fuerzas paralelas al Estado.

Las Maras y pandillas son los dueños de barrios y rutinas; en Tegucigalpa, Choloma, La Ceiba y San Pedro Sula, las maras siguen imponiendo la “renta” como un tributo obligatorio. Controlan calles, horarios, transporte, comercio; no participan directamente en la política electoral, pero condicionan la vida cotidiana más que cualquier partido.

En el país, el narcotráfico se ha transformado en la segunda economía. Honduras es un puente estratégico del corredor de cocaína por Centroamérica hacia los Estados Unidos.

La actualidad marca que el narcotráfico no solo financia violencia, infiltra instituciones, compra policías, controla municipios, presiona jueces, y negocia directamente con élites. El ejemplo de la condena del expresidente Hernández fue una alarma mundial en revelar que el crimen no mira desde afuera. Está adentro.

Geopolítica pura: Estados Unidos, China y la disputa por el istmo

Honduras es un punto estratégico mucho más importante de lo que parece. En términos de a) Migración constituye el gran nervio de Washington, cada crisis en Honduras se traduce en caravanas rumbo al norte. La estabilidad del país es un componente clave en la política interna estadounidense. b) China, el nuevo jugador en el tablero regional. Desde 2023 Honduras reconoce a Pekín, lo cual implica inversión en infraestructura, acceso a créditos, y un giro estratégico que inquieta a Washington. c) El tablero centroamericano es variado, cada país del istmo está en una dinámica distinta, con El Salvador militarizado y Guatemala intentando reconstruir sus instituciones, Nicaragua aparece cerrada, Costa Rica saturada por la ola del crimen regional, y un Panamá atrapada entre flujos financieros y migratorios, Honduras es, en este ecosistema, la pieza que puede sostener el equilibrio o romperlo.

Escenarios después del 30N

A. Victoria clara. Baja probabilidad, pero significaría calma inmediata y cooperación internacional fluida.

B. Resultado ajustado, denuncias y protestas. Es el escenario más realista ya que prolonga la incertidumbre, paraliza decisiones y abre puertas al escalamiento.

C. Crisis poselectoral profunda, repite el trauma de 2017, genera migración, tensión con EE.UU., vacío institucional y oportunidades para el crimen organizado.

Una reflexión a menos de una semana

Honduras vota en un punto crítico. Vota con miedo, con frustración, con esperanza, con rabia y, sobre todo, con la sensación de que está sola frente a poderes más grandes que ella: el narco, las maras, los intereses internacionales y una clase política fragmentada. Pero esta elección no solo define a Honduras. Define el futuro del corredor centroamericano. Define la relación con Washington y Pekín. Define la capacidad de la región para resistir la Tercera y Cuarta Ola del Crimen Organizado.

El 30N, Honduras decide. Y cuando Honduras decide, Centroamérica entera tiembla.

Fuentes clave (versión corta)

  • OEA – Comunicados y alertas sobre el proceso electoral hondureño (2025).
  • CNN Español – Datos esenciales sobre las elecciones del 30N.
  • DW – Nota sobre la preocupación internacional y tensiones institucionales.
  • El País – Cobertura política y antecedentes poselectorales.
  • Insight Crime – Mapas y análisis del crimen organizado y maras en Honduras.
  • BBC Mundo – Contexto regional de migración y violencia.
  • CNE / TJE (Honduras) – Información oficial del proceso electoral 2025.
  • Departamento de Justicia de EE.UU. – Documentación del caso Juan Orlando Hernández.
  • UNODC – Datos sobre homicidios y crimen transnacional en Centroamérica.
  • The Dialogue / RAND – Análisis geopolítico y de seguridad regional.
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Autor: Fernando Vaccotti

Former Field Security Officer OIM AMCA Venezuela. Consultor Privado en FV Consulting. Experto en Seguridad Internacional. Security Consulting Services & Solutions. Consultor Experto en Seguridad WFP (Programa Mundial de Alimentos ONU). Field Security Officer en OIM ONU -Migración. Soluciones en Seguridad Multidimensional. Pensando soluciones fuera de la caja. Out of box thinking.

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