Análisis prospectivo – estratégico sobre Venezuela, Rusia–Ucrania, el Crimen Organizado Transnacional y Uruguay
Por Fernando Vaccotti
“El futuro no se adivina: se construye anticipando señales.”
Durante todo 2025 repetimos una y otra vez que Latinoamérica estaba en llamas y no solo en crisis: está además mutando. Hoy, con un Caribe militarizado, Europa exhausta, Rusia empoderada, Ucrania resistiendo, el crimen organizado en expansión continental y Uruguay enfrentando desafíos inéditos, es inevitable intentar responder la pregunta que se hacen los analistas de inteligencia: ¿qué puede traer el 2026?
No es futurología. Es análisis. Es conectar puntos, tensiones, actores, capacidades y tendencias. Es mirar un tablero que ya está en movimiento. Es también el empleo de OSINT.
Acá va un pronóstico, con escenarios claros: escenario base, escenario de riesgo y ventana de oportunidad.
Venezuela: la salida de Maduro, un cambio de formato en el poder y la profundización del cerco.
El final de 2025 nos deja un cuadro inquietante: Estados Unidos declaró al régimen venezolano como estructura narco-terrorista, desplegó poder naval en el Caribe y sumó aliados continentales. Caracas, por su parte, se apoya más que nunca en Cuba, Irán y Rusia para sostener algo que ya parece completamente insostenible. En paralelo, las redes del Cartel de los Soles siguen siendo la columna vertebral económica del sistema y seguramente reorganizando las operaciones para la etapa post Maduro. Las operaciones de interdicción ya dejan al momento un centenar de muertos como resultado de los bombardeos a las embarcaciones menores que transportan droga y conocida como “narcolanchas”.
Escenario base 2026 / Maduro intenta resistir pero cada vez más aislado.
Lo más probable es que Maduro permanezca por un tiempo más en el poder, desgastado pero firme. Continúa la creciente presión militar estadounidense en forma de interdicciones letales, operaciones encubiertas y bloqueo del corredor marítimo. La élite venezolana se fractura, pero aún sin quiebres decisivos. Deserciones militares y políticas. Aumenta el rol de grupos irregulares y milicianos como amortiguador interno. Un nuevo formato ?
Resultado: un régimen que “aguanta”, pero cuya base de poder se achica y se criminaliza aún más. Tiene final anunciado.
Escenario de riesgo / Un choque regional que nadie quiere.
Un error de cálculo – un ataque mal medido, una respuesta desproporcionada, un incidente en aguas internacionales – podría activar violencia interna entre facciones militares y paraestatales; mayor intervención encubierta de Rusia, China (?) e Irán; fragmentación territorial y violencia descontrolada.
Ventana de oportunidad / La transición pactada que muchos buscan
Menos probable, pero posible si varios factores se alinean:
Facciones del régimen aceptan que seguir con Maduro es más costoso que negociar. Cuba impulsa una salida ordenada para preservar influencia. EE. UU. ofrece garantías personales y alivio selectivo de sanciones.
Un camino estrecho, pero no imposible.

Rusia – Ucrania: la guerra que no termina, pero cambia
Europa cerró 2025 con un cansancio evidente, mientras Rusia logró avances marginales pero sostenidos utilizando un arsenal masivo de drones y municiones merodeadoras. Ucrania resiste, pero depende totalmente del flujo militar occidental. Y ese flujo ya no es automático. La guerra de desgaste ya causó cientos de miles de muertos y pérdidas económicas difíciles de calcular.
Escenario base 2026 / Un conflicto congelado, pero caliente
El frente se estabiliza, sin grandes rupturas. Rusia avanza poco, pero avanza. Ucrania contraataca donde puede, pero sin capacidad para recuperar territorios extensos. Los ataques a distancia (drones, misiles, sabotajes) aumentan su protagonismo.
Europa entra en un modo incómodo: convive con la guerra mientras se rearma y prepara escenarios en los que se enfrenta a Rusia. La guerra híbrida entra en un nuevo nivel.
Escenario de riesgo / La “mala paz” o la escalada lateral
Dos caminos peligrosos:
La mala paz. Un acuerdo que congela las líneas actuales, le entrega territorios a Rusia y deja a Ucrania con un sabor amargo. Sería un precedente histórico: Rusia demostraría que invadir funciona.
Escalada horizontal / Más ciberataques, sabotajes en infraestructura europea y tensiones en el Ártico o el Báltico. El Kremlin sube el costo para todos.
Ventana de oportunidad / Alto el fuego negociado
Implica:
Mayor coordinación UE–EE. UU. Garantías de seguridad para Ucrania (aunque sin OTAN plena). Algún indicio de fisura real dentro de Rusia.
Difícil, pero estratégicamente deseable.
Crimen Organizado Transnacional en Latinoamérica: la ola que ya llegó
2025 confirmó algo que venimos analizando desde hace tiempo: la tercera/cuarta ola del crimen organizado transnacional ya no es una teoría; es una realidad que desborda fronteras, instituciones y mapas de calor. Los homicidios crecieron en el Cono Sur, Ecuador colapsó parcialmente, Brasil expandió su influencia criminal y los carteles mexicanos ajustaron su presencia en la región. LAC hoy es el principal laboratorio criminal del mundo.
Escenario base 2026 / Consolidación del COT como actor político-territorial
El narco deja de ser un “problema de seguridad” para convertirse en un gestor de poder, capaz de regular barrios, economías y decisiones políticas. Brasil exporta crimen (PCC, CV). México exporta logística. Ecuador exporta violencia. Las alianzas criminales se vuelven trans-regionales y flexibles (Colombia). AA Drones, granadas, sicariato y ataques simbólicos se vuelven cotidianos. La minería ilegal y la trata de personas llegan a sus máximos.
Escenario de riesgo / Estados capturados y zonas grises
2026 podría ver:
Expandir el modelo ecuatoriano a otros países vulnerables. Captura completa de aduanas, puertos y sistemas penitenciarios. Fusiones peligrosas entre crimen, política y economía ilegal.
Ventana de oportunidad / Una reacción hemisférica coordinada
Menos probable, pero clave:
Integrar puertos LAC–UE en un mismo estándar de trazabilidad. Inteligencia financiera real (no declarativa): atacar patrimonios, no solo cargamentos. Programas de pacificación inteligente combinados con acción policial de precisión.
La ventana existe, pero exige liderazgo sostenido.
Uruguay: entre el hub logístico y el punto de inflexión
Uruguay ya no puede considerarse un “caso atípico”.
El Plan Nacional de Seguridad Pública y su concepción / puesta en marcha se llevaron casi un año entero de la nueva administración. Su entrada en vigencia será en marzo 2026. Mientras tanto, los homicidios vinculados al narcotráfico crecieron, las incautaciones batieron récords, bandas locales se articularon con organizaciones regionales, y los ataques al INR y a la Fiscal de Corte cruzaron una línea simbólica. Entramos en una etapa nueva. Líderes narcos han sido apresados. Reconfiguración probable de las bandas.
Escenario base 2026 / Un país que funciona como hub del COT
Uruguay sigue siendo un país de tránsito y almacenamiento, más que un gran consumidor. Homicidios entre bandas se mantienen altos en barrios críticos. Las cárceles se consolidan como centros de mando. Bandas locales se profesionalizan y se conectan con estructuras paraguayas, brasileñas y argentinas.
Escenario de riesgo / La ecuatorización parcial
No comparable en magnitud, pero sí en dinámica:
Nuevos ataques a autoridades judiciales. Mayor infiltración en puertos y aduanas. Violencia de alto impacto mediático. Expansión territorial hacia ciudades intermedias.
Ventana de oportunidad/ Convertirse en caso de contención regional
Uruguay puede dar un giro estratégico si actúa ahora:
Blindar puertos e hidrovía. Fortalecer inteligencia financiera y anticorrupción. Reformar el sistema penitenciario. Escalar programas de prevención focalizada en barrios.
Uruguay no está condenado a la espiral regional, pero tampoco es inmune.
Conclusión: 2026 será un año de definiciones
Venezuela puede entrar en su fase final o prolongar su decadencia un poco más.
Rusia y Ucrania seguirán marcando el pulso geopolítico global.
El crimen organizado pondrá a prueba la resiliencia democrática de la región.
Y Uruguay deberá decidir si se deja arrastrar por la corriente o si se transforma en un dique estratégico en el Atlántico Sur.
Lo que sí sabemos es esto:
La realidad ya está golpeando la puerta.
2026 será el año donde el análisis inteligente – y la anticipación- valen más que nunca.