Opinión, por Fernando Vaccotti
Como ya hemos comprobado, la hipótesis inicial de un conflicto prolongado y con amplias variaciones y alcances, iba a terminar comprometiendo los mercados globales y a la seguridad internacional.
A pesar de la enorme cobertura que no ha disminuido en volumen pero sí en intensidad de información, es fácil de advertir que este teatro de operaciones ha brindado una oportunidad casi única de poner en práctica diferentes herramientas de la guerra moderna. «Estas son las nuevas guerras», decíamos al verdadero comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania. Los desarrollos han demostrado una vez más la capacidad casi sin límites que tiene el ser humano para poner en práctica múltiples métodos de destrucción novedosos que van directamente a impactar al ser humano y al medio ambiente.Queda claro también que en este juego de dominación no hay buenos ni malos, SON TODOS MALOS.
Si por estos lares leyéramos y escucháramos la prensa de apoyo pro-Rusia, quizás tendríamos al menos otra visión de un abordaje de este conflicto que nos puede inducirnos eventualmente a tener un ángulo de discusión alternativo.
Las dinámicas político-económicas que se han dado en Europa, además, sufriendo de alguna manera el efecto Brexit, la doctrina OTAN, la distorsión de precios y el aumento de desempleo que se verificaba como un efecto de la pandemia que no termina todavía, el giro polìtico a la derecha de varias naciones en el Viejo Continente, el cambio climático entre otros, son factores que han propiciado estas jugadas de Rusia y sus aliados. La reciente confirmación de un tercer período de gobierno de Xi Jinping, es otro factor que puede y seguramente va a desencadenar nuevas situaciones a nievel regional y con proyección global.
A Latinoamérica le llega este «efecto guerra» reflejado en aumento de precios, inflación, y una nube de interrogantes en el sensible tema de abastecimiento de combustibles y el reposicionamiento de gobiernos de izquierda que comienzan a generar su propia agenda colectiva. La llegada del verano al continente va a otorgar un colchón de tiempo para que los liderazgos puedan
El mundo está complicado.
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Publicado en BBC News Español, 27 octubre 2022.
El mundo enfrenta «probablemente la década más peligrosa» desde el final de la Segunda Guerra Mundial, advirtió el presidente ruso Vladimir Putin.
En un amplio discurso este jueves, el mandatario trató de justificar la invasión de Ucrania por parte de Rusia, una medida que ha dejado a su país aislado internacionalmente.
Putin también acusó a Occidente de chantaje nuclear contra Rusia para obligar a los aliados a alejarse de Moscú.
Occidente ha denunciado recientes amenazas nucleares por parte del Kremlin.
A principios de esta semana, la alianza militar OTAN condenó las afirmaciones sin fundamento de Rusia de que Ucrania podría usar una «bomba sucia». Es decir, explosivos convencionales mezclados con material radiactivo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los miembros de la alianza «rechazan esta acusación» y que «Rusia no debe usarla como pretexto para una escalada».
Putin habló en el foro anual de Valdai después de una serie de derrotas militares recientes en Ucrania y la creciente ira pública en el país por una campaña para movilizar a unos 300.000 rusos para el esfuerzo bélico.
El día anterior a su discurso en Moscú, el jefe de Estado ruso había supervisado ejercicios nucleares de rutina que involucraban un supuesto ataque nuclear en represalia por el ataque nuclear masivo de un enemigo.
«Nunca hemos dicho nada de manera proactiva sobre el posible uso de armas nucleares por parte de Rusia. Solo hemos respondido con sugerencias a los comentarios expresados por los líderes de los países occidentales», dijo este jueves a su audiencia.
Putin señaló a la ex primera ministra de Reino Unido Liz Truss por sugerir durante un evento de campaña en agosto que estaría lista para presionar el botón nuclear si las circunstancias lo requerían. Dijo que estaba sorprendido de que los aliados de Reino Unido no se opusieran: «¿Qué se suponía que debíamos hacer? ¿Guardar silencio? ¿Pretender que no lo escuchamos?».
Sin embargo, él mismo ha advertido repetidamente que Rusia usaría «todos los medios disponibles» para protegerse, en lo que se ha visto ampliamente como una clara amenaza nuclear.
El presidente ruso volvió a cargar contra Occidente y lo que llamó su «peligroso, sangriento y sucio juego» de negar a los países su soberanía y singularidad. El «dominio indiviso» de Occidente sobre los asuntos mundiales ahora está llegando a su fin, afirmó.
«Estamos en una frontera histórica. Por delante es probablemente la década más peligrosa, impredecible y al mismo tiempo importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial«, sostuvo.
Occidente ya no puede estar a cargo del dominio global, pero lo está «intentando desesperadamente», según Putin.
«Se está formando un futuro orden mundial ante nuestros ojos», dijo, y acusó a Occidente, liderado por Estados Unidos, de intentar destruir Rusia.
No se proporcionó evidencia para respaldar sus afirmaciones.
NO HAY REMORDIMIENTOS EN EL MUNDO PUTIN
Análisis de Steve Rosenberg, editor de la BBC en Rusia
Lo que vimos y escuchamos este jueves fue el mundo según Vladimir Putin.
Es un mundo en el que Rusia está absolutamente limpia y Occidente tiene la culpa de todo, desde la guerra en Ucrania hasta la crisis alimentaria mundial.
Vimos a un líder del Kremlin que no se arrepiente en absoluto de lo que ha hecho, o al menos que no está preparado para expresarlo públicamente, si es que existe.
Y así, Putin nos pintó su realidad paralela de lo que está pasando. Culpó a Occidente por «encender» la guerra en Ucrania e insistió en que el nuevo orden mundial debe basarse en «la ley y la justicia». Esto viniendo de un presidente que, hace ocho meses, lanzó una invasión a gran escala de una nación soberana e independiente.
Putin afirmó que Rusia había sido acusada injustamente de amenazar con usar armas nucleares. Y, sin embargo, desde febrero Putin ha dejado caer varios indicios poco sutiles de que estaría preparado para usar todas las armas del arsenal de Rusia en este conflicto.
Para mí, quizás el comentario más elocuente fue sobre las «pérdidas» que Putin admitió haber sufrido en su «operación militar especial».
«Siempre estoy pensando en las vidas humanas perdidas», afirmó. Pero eso fue todo lo que dijo al respecto, antes de pasar rápidamente a los «enormes beneficios» que, en su opinión, obtuvo Rusia, incluido «el fortalecimiento de la soberanía de Rusia».
Ningún indicio de remordimiento o arrepentimiento.
No hay señales de vuelta en U.