Opinión : Seguridad en Uruguay, visiones recientes.

Ya pasaron ocho días desde el asesinato-ejecución de los tres Infantes de Marina dentro del predio de un objetivo físico que custodiaban, unido en el mismo día a otro asesinato más de un conocido árbitro de fútbol y hechos de violencia doméstica extrema que sacudieron a la sociedad en un verdadero “domingo negro”.

”La violencia doméstica es una emergencia nacional y por eso desde el principio de la pandemia se trató de que todo el sistema estuviera atento”, señaló la Vice Presidente Beatriz Argimón.

Así como la semana pasada pensaba en el volumen y vértigo de la información que recibimos junto a la realidad de la cantidad de eventos que suceden en tan corto tiempo, pienso que definitivamente algo cambió en nuestro país en referencia a la forma de vivir y sentir los acontecimientos que nos conmueven diariamente en mayor o menor medida.

Para el que piense que toda la sociedad o el país se enteró de lo sucedido en el Cerro, hay que decir que existen personas que viven en frecuencias paralelas a una realidad que no se puede ocultar o que simplemente intentan ignorar o a bajarle el perfil a los brutales acontecimientos vinculados a la Seguridad Humana o mejor dicho a lo amenazada que se encuentra la Seguridad Humana en nuestro país que nos golpean a diario en el Uruguay de hoy, un país que de alguna manera tiende a incorporar la inseguridad como un factor estructural de la vida y asumir que quieran o no, los uruguayos tomamos un riesgo a diario luego de que nos despertamos y salimos a la calle a cumplir cualquier tipo de tarea.

Estuve en el velatorio de los Infantes de Marina y presenté mis condolencias. Pasé un largo rato en el Cerro y hablé con camaradas y amigos de la Armada Nacional, con personal retirado y en actividad, con familiares que se habían acercado, con gente que simplemente quiere a la Armada y gente que se sintió muy dolida por la injusta muerte de tres jóvenes uruguayos. Luego me volví pensando (tengo un rato largo desde donde vivo para llegar al Cerro) y procesando gestos, frases, miradas, sentimientos manifestados y todo el contexto de un hecho tan tremendo.

La sucesión de los días siguientes en esa semana nos mostraron los respectivos velorios y entierros en Rivera y Tacuarembó, con la presencia de altas autoridades nacionales y una sociedad compungida.

Y es que el deseo de no naturalizar la violencia y no ceder ante esta escalada delincuencial que manifiesta el gobierno es totalmente para respaldar y suscribir. Sobre todo para los que conocimos un país totalmente diferente.

Pero realidades son realidades y tenemos un problema -otro más- que se gesta en una cantidad importante de tiempo de no aplicación de políticas de seguridad y el desmantelamiento de los clásicos modelos policiales, comando y control, reclutamiento, educación y formación policial. Se perdieron esos años.

Pero hay que pensar que también el mundo era diferente y se manejaban otros códigos de valores en un planeta menos poblado y menos comunicado que en el que vivimos ahora, menos agredido por los adelantos tecnológicos y con la Naturaleza todavía en cierta armonía con el Hombre. Me refiero al periodo posterior al fin de la Segunda Guerra Mundial. Luego comenzaría paulatinamente el advenimiento del terrorismo internacional en todas sus formas hasta el día de hoy y la globalización con todos sus pro y contras.

Hoy nos enteramos, según un informe del diario El País, que ninguno de los tres asesinadlos tendría que haber estado ahí. Ni el homicida, ni los tres infantes de marina asesinados. El primero había sido dado de baja por desertor, y los otros tres no debieron ser aceptados en la fuerza.

El trágico caso puso en evidencia los problemas de las Fuerzas Armadas para reclutar personal, la falta de controles sobre quiénes son los que entran, y el hecho de que la deserción es un “delito” para nada inusual.

Y resalta una dificultad conocida pero a veces olvidada: los salarios sumergidos y la exposición a lo peor.

Pero el sistema falló, y todo indica que no se trató de una situación excepcional.

La semana pasada

Luego , el día 3 de junio siguió la presentación en la Comisión de Defensa del Ministro de Defensa, el Comandante en Jefe de la Armada y altas autoridades cuando el caso tuvo entre tanto, una resolución muy rápida y más básica de lo que muchos creímos al principio.

Las explicaciones del Ministro y sus hallazgos de las negligencias constatadas según informó motivaron decisiones de relevos de cargo en la Armada.

Se trató de un crimen de odio, pero motivado por la finalidad comercial de vender las armas en el mercado negro perpetrado por un desertor de la propia Unidad que a su vez se informó que es adicto a la pasta base y de todas formas la sombra de la conexión narco estaba detrás de este episodio.

Ese mismo miércoles 3 de junio, en la madrugada, 484 policías de la Guardia Republicana y Policía Nacional entraron al COMCAR y realizaron una exhaustiva requisa de 1500 cortes”lanzas” (ampliamente conocidos en las redes sociales por los vídeos que han circulado de duelos dentro de ese penal), 70 teléfonos celulares, marihuana, pasta base, una bebida alcohólica que en el argot penitenciario se conoce como “escabio” y un uniforme completo de operador carcelario que se puede presumir sería utilizado en una probable fuga. En ese penal hay 3500 personas alojadas.

Decomiso de cortes “lanza” en COMCAR.

Las imágenes de los resultados de la requisa hablan por sí mismas del nivel de descontrol y falta de autoridad existente dentro del establecimiento y de ese mundo paralelo del que tanto hablamos y que integra la delincuencia.

El mismo miércoles 3 de junio atentaron en plena calle y a la luz del día en el Cordón, disparando reiteradamente contra la Dra. Fabiana Gonzalez Raggio, defensora de el integrante del cartel de “Los Cuinis” Gerardo González Valencia. Iba caminando con su sobrino y su suegra. La señora mayor resultó herida de dos disparos.

Auto en inmediaciones del ataque a la abogada González Raggio.

El mismo miércoles 3 de junio extraditaron desde Brasil al conocido delincuente “el Oreja”, requerido por siete homicidios ocurridos en Uruguay, cinco de ellos muy notorios. Se encontraba recluido en un presidio de Brasil, Uruguayana, tras ser detenido con armas de fuego, marihuana y cocaína.

Ese día en un hecho aparte, una agente de policía fue atacada y golpeada en la cabeza para hurtarle su pistola de reglamento (Glock 9mm) en Cnel. Raíz y Teruel , barrio de Peñarol.

El viernes 5 de junio se registró un intenso tiroteo en la misma ubicación en la que fueron asesinados los Infantes de Marina en el Cerro de Montevideo, ante un probable intento de ingreso forzoso. La guardia estaba reforzada y se intercambiaron disparos. No hubo heridos y se trató el hecho desde la óptica policial como un encuentro entre bandas de narcos de la zona. No hay mayor información de este hecho que no sea la cantidad de disparos efectuados por la guardia, un total de 24.

Ese mismo día aparecieron de manera poco clara las dos pistolas que faltaban encontrar y que habían sido vendidas en el mercado negro, una de ellas era la que se utilizó para ejecutar a los Infantes de Marina.

El 5 de junio liberaron en Maldonado al conocido delincuente Néstor Correa Valladares, alias “Buñuelo” luego de cumplir una pena de dos años por narcotráfico. Su familia, incluyendo hermanos y madre han sido asesinadlos en diferentes ataques, presumiblemente por temas de control territorial. No se debe esperar nada bueno de esta liberación y queda a la vista el problema del narcotráfico proyectado al resto del país.

Ese día, otra agente de policía fue objeto de ataque y hurto de arma reglamentaria.

El 6 de junio se produjo un enfrentamiento entre 2 delincuentes – soldados en actividad- y policías. Un policía resultó herido de arma de fuego en una pierna. Esto ocurrió en el asentamiento conocido como “24 de junio”.

El domingo 7 de junio, ayer, se desarrolló un enfrentamiento entre bandas de acuerdo a los primeros reportes de fuentes abiertas en la zona de la Ciudad Vieja. Resultaron dos personas heridas que se trasladaron por sus propios medios al Hospital Maciel. A todo esto como el enfrentamiento tuvo lugar a una corta distancia, algunos disparos se desviaron hacia el Área Naval del Puerto por lo que se activó el sistema de alarma correspondiente generando un momento de tensión.

También ayer se registró un tiroteo en Colón, con dos rapíñeros heridos y armas incautadas.

Uruguay presenta la cuarta tasa de homicidios más alta de América del Sur, con 11.8 por cada 100.000 habitantes, mientras que Montevideo es la segunda capital con más asesinatos de la región, de acuerdo a fuentes de observatorios internacionales.

Casi la las 2/3 partes de los asesinatos responden a enfrentamientos entre grupos narcos o vinculados con el tema drogas.

Entre el 1 de enero y el 5 de febrero se registraron 78 ataques o intentos de robo a policías. Solamente 5 de ellos estaban uniformados. En 10 ocasiones lograron robarle las armas de reglamento.

Pese a todo lo anterior, la Policia Nacional y el Ministerio del Interior vienen dando buenas señales en materia de actitud y del encare de esta problemática. “ La autoridad se ejerce, no se negocia”, parece ser la frase que marca el camino de un inicio de una nueva era en materia de actuación policial, aunque como todo lo que ha pasado en el país a raíz de la declaración de la pandemia del COVID-19, algunas acciones han tenido que ser rediseñadas.

Lo cierto es que el Ministerio del Interior tiene todas las herramientas para hacer una diferencia y detener de alguna manera la ola delincuencial llevando calma a la sociedad y en eso se viene trabajando. A cien días bastante particulares del comienzo de un nuevo gobierno, se pueden apreciar cambios positivos pese a que aún estamos lejos de poder detener a la delincuencia.

Mirada internacional

Publicado el 8 de julio de 2019 – UNODC

“Unas 464.000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017, superando con creces las 89.000 que murieron en conflictos armados en el mismo período, esto de acuerdo con el Estudio mundial sobre el homicidio 2019, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).

El Estudio mundial sobre el homicidio 2019 busca arrojar luz sobre los asesinatos por motivos de género, la violencia entre pandillas y otros desafíos, teniendo como propósito apoyar en la prevención y las intervenciones destinadas a reducir las tasas de homicidio», dijo el Director Ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov.

Los países se han comprometido a cumplir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a fin de reducir todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad relacionadas a este delito para el año 2030. Este informe ofrece ejemplos importantes de intervenciones comunitarias efectivas que han ayudado a lograr mejoras en áreas afectadas por la violencia, las pandillas y el crimen organizado.

El estudio muestra que el número total de personas que sufrieron una muerte violenta como consecuencia de un homicidio aumentó en el último cuarto de siglo, de 395.542 en 1992 a 464.000 en 2017. Sin embargo, debido a que la población mundial ha aumentado a un ritmo más rápido que el incremento de las víctimas de homicidio registradas, el riesgo general de ser asesinado por homicidio ha disminuido de manera constante. La tasa mundial de homicidios, que se mide como la tasa de víctimas por cada 100.000 personas, disminuyó de 7,2 en 1992 a 6,1 en 2017.”

La delincuencia organizada es responsable del 19 por ciento de los homicidios

“El crimen organizado por sí solo fue responsable de hasta un 19 por ciento de todos los homicidios en 2017. Desde el comienzo del siglo XXI, las organizaciones criminales han causado la muerte de un número de personas igual al de todos los conflictos armados del mundo. Por otra parte, al igual que los conflictos armados, la delincuencia organizada desestabiliza a los países, mina el desarrollo socioeconómico y erosiona el estado de derecho.

Las tasas de homicidio varían ampliamente entre las regiones y dentro de ellas

La tasa de homicidios promedio en 2017 (6.1) oculta dramáticas variaciones regionales.

La tasa en el continente americano (17,2) fue la más alta registrada en la región desde que se iniciaron los registros confiables en 1990.

La tasa de África (13,0) también estaba por encima de la media mundial, mientras que las tasas de Asia, Europa y Oceanía estaban por debajo de la media mundial (2,3, 3,0 y 2,8, respectivamente).

Aunque las tasas de homicidio siguen siendo altas en América, el panorama varía enormemente dentro de la región y dentro de cada país.

En América Central, el país con la tasa de homicidios más alta (62,1) tenía una proporción siete veces superior a la del país con la tasa más baja.

En América del Sur, el país con la tasa de homicidios más alta (56,8) tenía una proporción más de 16 veces superior a la del país con la tasa más baja.

Dentro de los países del continente, los altos niveles de homicidio están agrupados, con algunas poblaciones locales que enfrentan tasas de homicidio comparables a las tasas de mortalidad en zonas de conflicto y otras que tienen un riesgo insignificante.”

La mayoría de las víctimas de homicidio son hombres, pero las mujeres suelen ser asesinadas por sus familiares y parejas íntimas.

“A nivel mundial, alrededor del 81 por ciento de las víctimas de homicidio registradas en 2017 eran hombres y niños, y más del 90 por ciento de los sospechosos de homicidio eran hombres, según las estimaciones más recientes. Sin embargo, el estudio muestra que la disparidad de género entre las víctimas cambia con la edad.

Tanto las niñas y los niños de nueve años, así como los menores de edad, son asesinados en tasas aproximadamente iguales, contrastando con todos los demás grupos de edad, en los que los hombres constituyen más del 50 por ciento de las víctimas, según datos de 41 países.

En todas las regiones, la probabilidad de que los niños sean víctimas de homicidio aumenta con la edad, aunque este proceso ocurre en diferentes etapas. Los hombres y los adolescentes de sexo masculino de entre 15 y 29 años corren el mayor riesgo de ser víctimas de homicidio en todo el mundo.

Aunque las mujeres y las niñas representan una proporción mucho menor de víctimas de homicidio en general que los hombres, siguen siendo, con mucho, las que soportan la mayor carga de los homicidios cometidos por sus parejas íntimas y por su familia.”

Aunque podemos debatir y estudiar la realidad de la delincuencia organizada en el país y su grado de sofisticación e interacción con bands de superior porte en la región y qué influencia pueden tener en el accionar del delincuente criollo, todavía no existe una prueba fehaciente de que las bandas nacionales adopten o dispongan de la infraestructura necesaria para grandes operaciones como las mafias de las auto partes, los robots de autos de alta gama, armamento de guerra y más. Todo esto se encuentra muy cerca en la zona de la Triple Frontera y Uruguay tiene un puerto de salida al mundo que lo convierte en algo muy atractivo para transformarlo en centro de operaciones regional para la delincuencia trasnacional tal y como en alguna etapa se trabajó como hipótesis de amenaza a la seguridad.

El panorama continúa siendo preocupante.

Por Fernando Vaccotti

Fuentes : Medios de prensa escrita, televisiva y oral nacionales.

Redes sociales.

Entrevistas personales

Informe UNODC 2019 Homicidios.

Autor: Fernando Vaccotti

Former Field Security Officer OIM AMCA Venezuela. Consultor Privado en FV Consulting. Experto en Seguridad Internacional. Security Consulting Services & Solutions. Consultor Experto en Seguridad WFP (Programa Mundial de Alimentos ONU). Field Security Officer en OIM ONU -Migración. Soluciones en Seguridad Multidimensional. Pensando soluciones fuera de la caja. Out of box thinking.

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