KABUL, Afganistán (AP) – Afganistán liberó a los primeros 80 de los últimos 400 prisioneros talibanes, allanando el camino para las negociaciones entre los bandos en conflicto en el prolongado conflicto de Afganistán, dijo el viernes el gobierno.
Javid Faisal, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Afganistán, hizo el anuncio. Los funcionarios talibanes, que hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizados a hablar con los medios, dijeron que 86 prisioneros fueron liberados. No se supo de inmediato cuándo serían liberados los prisioneros restantes.
La liberación de prisioneros en ambos lados es parte de un acuerdo firmado en febrero entre los Estados Unidos y los talibanes. Pide la liberación de 5.000 talibanes retenidos por el gobierno y 1.000 militares y gubernamentales retenidos por el grupo insurgente como un gesto de buena voluntad antes de las negociaciones intra afganas.
Se espera que las conversaciones se celebren en Qatar, donde los talibanes mantienen una oficina política. Varios líderes afganos dijeron a The Associated Press que las conversaciones podrían comenzar el 20 de agosto.
Las negociaciones tienen como objetivo establecer un marco para un Afganistán de posguerra. El enviado de paz de Washington, Zalmay Khalilzad, pasó un año y medio negociando el acuerdo de paz destinado a permitir que las tropas estadounidenses regresen a casa y pongan fin al compromiso militar más largo de Estados Unidos.
Las tropas estadounidenses ya han comenzado a irse y para noviembre se espera que aún haya menos de 5.000 soldados en Afganistán, frente a los casi 13.000 cuando se firmó el acuerdo el 29 de febrero.
La retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN depende de que los talibanes mantengan su compromiso de no permitir que grupos militantes utilicen Afganistán contra Estados Unidos o sus aliados. La retirada no está ligada al éxito de las conversaciones entre las partes en conflicto.
El fin de semana pasado, el presidente afgano Ashraf Ghani celebró una reunión del consejo tradicional conocida como loya jirga para lograr un consenso sobre la liberación de los últimos 400 talibanes que, según dijo, estaban acusados de delitos graves, y dijo sin explicación que no podía decidir unilateralmente su liberación.
Algunos de los 400 han estado implicados en devastadores bombardeos en la capital, Kabul. Durante una charla televisada el jueves con el Consejo de Relaciones Exteriores con sede en Estados Unidos, Ghani advirtió sobre los peligros que podrían presentar para una paz duradera en Afganistán.
Pero para algunos en Afganistán, las conversaciones con los talibanes reflejan negociaciones anteriores con otros insurgentes, incluido el caudillo y terrorista designado por Estados Unidos Gulbuddin Hekmatyar, quien muchos dicen que tiene una reputación de violencia que supera a los talibanes.
En 2016, Ghani negoció un acuerdo de paz con Hekmatyar, cuyo grupo Hezb-e-Islami asumió la responsabilidad de varios atentados con bombas en Kabul, incluido uno en una tienda de comestibles en la capital que mató a una familia joven. El acuerdo incluía eliminar a Hekmatyar de la lista de terroristas de la ONU. Su grupo también fue responsable de un ataque en 2008 contra soldados franceses, la mayor pérdida internacional en una sola batalla en Afganistán.
También el viernes, una pequeña bomba escondida en una motocicleta explotó cerca de una mezquita en Kabul justo cuando los fieles estaban terminando sus oraciones, hiriendo a un oficial de policía. Nadie asumió la responsabilidad de inmediato, pero el grupo Estado Islámico en el pasado ha atacado mezquitas en Afganistán.
El afiliado de ISIS en Afganistán ha sido blanco de las fuerzas de seguridad afganas, las tropas estadounidenses y los talibanes. Un funcionario del Departamento de Defensa dijo anteriormente que el acuerdo de paz con los talibanes también tiene como objetivo reclutar al grupo insurgente en una lucha coordinada para librar a la región del EI.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa afgano dijo que está investigando un video que circula en las redes sociales que pretende mostrar al personal del ejército afgano mutilando los cadáveres de los talibanes.
La Misión de las Naciones Unidas en Afganistán, conocida como UNAMA, tuiteó que las imágenes “son profundamente impactantes… la investigación debe ser rápida y abierta. Si se prueban los delitos, los criminales deben ser identificados y responsabilizados «.
Por KATHY GANNON y TAMEEM AKHGAR de The Associated Press