La “tolerancia cero” como política o doctrina disciplinaria para la sociedad puede tener un impacto positivo de corto alcance, pero en el tiempo va a caer por su propio peso si no se tiene en cuenta la idiosincrasia de esa sociedad. Las soluciones para la Seguridad no pasan por políticas de mano dura solamente. Además, si se improvisa, puede generar un efecto rebote que se torne en un escalada de violencia.