«Según la definición del Programa Favela-Barrio, las favelas son asentamientos que carecen de derechos de propiedad, y constituyen aglomeraciones de viviendas de una calidad por debajo de la media. Sufren carencias de infraestructuras básicas, de servicios urbanos y equipamientos sociales y/o están situadas en áreas geológicamente inadecuadas o ambientalmente sensibles. En su búsqueda de una vivienda asequible, los pobres de las ciudades se enfrentan de esta forma a un equilibrio entre la localización y los derechos de propiedad. Las favelas ofrecen la proximidad a los empleos, el comercio y los equipamientos urbanos.»
Técnicas de intervención BOPE
La Favela, es un término que en brasil se usa para describir regiones urbanas con una calidad baja de vida, en la cual sus habitantes tienen un poder adquisitivo muy limitado, cuenta con una urbanización deficiente o nula en algunos casos y que generalmente se encuentra en cerros u otros terrenos de difícil acceso. Por ejemplo, en nuestro país, así como en otros del Continente, no estamos exentos de este fenómeno y también tenemos zonas de características similares.Por lo tanto, podríamos considerar a una “favela” a cualquier region geográfica, la cual haya sido realizada o se haya instalado en terrenos invadidos, sin ninguna regularización legal.
Son estos antecedentes los que hacen a dichas comunidades un lugar excelente para los traficantes de drogas, los cuales han hecho de estos lugares verdaderas fortificaciones en las cuales realizan sus actividades ilícitas de manera impune.
En estos lugares se da el trafico de drogas en áreas conocidas como “bocas”, hoy u término muy tristemente utilizado por nuestra sociedad a todo nivel.
Los narcotraficantes se organizan en células diseñadas de tal forma que puedan garantizar dos cosas: primero, el abastecimiento constante de estupefacientes en la zona y segundo, un sistema de seguridad en contra de las autoridades y grupos rivales que buscan ampliar su territorio. Esencialmente también en estas zonas se libran verdaderas batallas por el control territorial.
“Los traficantes usan a la sociedad como escudo” comentó al respecto José Mariano Beltrame, secretario de seguridad de Río de Janeiro, quien al ser entrevistado al respecto dijo lo siguiente: La principal dificultad que encontramos es la utilización de la comunidad que hacen los narcos.
Se esconden en casas de familiares y no tienen el mínimo compromiso. Fijan escondites en escuelas. El problema que encontramos es que el Estado y la policía tienen un compromiso social. Existe todo un control del Estado sobre la acción policial.
En cambio, del otro bando, no existe tal compromiso con la vida, con sus pares. Se han perdido los valores y como en el caso de Uruguay, ya prácticamente una segunda generación de uruguayos veneran figuras de delincuentes y no tienen la más mínima concepción de lo que es el tejido social, para no hablar de educación, trabajo y familia.
Muchas veces son menores de edad los que utilizan armas de calibre prohibido. Y muchas veces se usa la sociedad como escudo. Siempre que en Rio de Janeiro se piensa un operativo, lo hacen teniendo en cuenta el menor grado de daño posible a los ciudadanos que están allí, que son en su mayoría personas de bien.
Investigaciones hechas por la policía brasileña, en las cuales se incluyó un levantamiento topográfico de la zona y policías encubiertos, demostraron la necesidad de utilizar personal altamente capacitado y entrenado para poder ingresar de manera segura y efectiva en dichas zonas urbanas, y poder desarticular las bandas que operan en su interior.
Fue así que el BOPE (Batallón de Operaciones Especiales) de Río de Janeiro tomo cartas en el asunto, su comandante, Coronel Alberto Pinheiro Neto, cuenta con 400 policías, subdivididos en unidades de integración táctica, de ataque y defensa, una fuerza de intervención de alto riesgo que opera contra el crimen organizado en áreas de difícil acceso. Unidades de entrenamiento, y un grupo administrativo.
Esta unidad que ha capacitado a grupos americanos, portugueses colombianos y peruanos, los cuales se acercan a ellos por lo particular que es el escenario de las guerras actuales, el escenario urbano.
Es en ese ambiente que el BOPE a he perfeccionado técnicas para entrar en esas áreas, buscar y capturar, disminuyendo el riesgo para el personal policial y disminuyendo los daños colaterales sobre los habitantes del lugar.
Lo que hace al BOPE diferente de otras fuerzas es que tiene la posibilidad de operar continuamente, mudando la teoría a la práctica. El policía se entrena e inmediatamente lo debe poner en práctica. Y en cuanto se detecta que lo aprendido ya no sirve, lo corregimos inmediatamente para estar siempre a la vanguardia de los acontecimientos.
En ocasiones se ha comentado que las acciones del BOPE han llegado a ser violentas, al respecto el Coronel ha comentado: “Las personas tienen que entender que somos una unidad de intervención. La cual opera en momentos de crisis, donde la situación se ha salido de la normalidad. “Operamos el 100% del tiempo en áreas de conflicto, donde nos esperan oponentes armados con calibres de guerra, por ejemplo AK-47 o M-16, granadas, cócteles Molotov.
Esas personas están drogadas y no quieren rendirse. Por lo tanto, en ese escenario, el BOPE actúa bajo la legislación brasileña, que prevé el uso de la fuerza letal en defensa de los policías y de terceros. Si es necesario usar la fuerza letal en un asalto, se le usa. En primer lugar, las personas de bien, segundo los policías, y después los traficantes.”
Una gran diferencia con las recientes declaraciones de las autoridades nacionales uruguayas en el sentido de que los delincuentes evolucionan rápidamente. Y la Policía? No debe adaptarse rápidamente? O siempre irá un paso atrás de la delincuencia? No se puede aprender nada del BOPE por ejemplo?
Las diferencias del BOPE y la Policía Militar convencional :
- Número de disparos: Cada aspirante del BOPE dispara, en promedio, 2.500 tiros en el curso preparatorio, contra 250 de la Policía Militar (PM).
- Armamento: En el BOPE se aprende a utilizar 12 tipos de arma, contra 5 en la PM.
- Supervivencia: En el BOPE se enseñan tácticas de operación en la selva. La PM no tiene este tipo de entrenamiento.
- Precisión: Los tiradores de elite del BOPE son capaces de acertar una moneda de 5 centavos a una distancia de 100 metros. La PM no tiene cuadros con esa calificación.
- Remuneración: Un soldado del BOPE gana 1.400 reales, contra 900 reales en la PM.
Ha sido así que el BOPE esta ganando un lugar especial dentro de los grupos policiales del mundo, a través de un entrenamiento exhaustivo y un código de conducta riguroso. - Técnicas de intervención.
Fuentes: www.cati.com.br, Wikipedia y observaciones personales
Fernando Vaccotti 