Las drogas sintéticas reescriben las normas del tráfico de drogas en Latinoamérica, con nuevos mercados, rutas y sustancias que desafían el tradicional predominio de los narcóticos derivados de plantas.
Metanfetaminas mexicanas se exportana granel a la región Asia-Pacífico, se añade fentanilo a los estimulantes en Suramérica y los flujos de éxtasis de Europa hacia el Cono Sur no paran de crecer.
Por otro lado, la ketamina se convierte en mezclador en cócteles de drogas, como el «tusi» y no paran de aparecernuevas sustancias psicoactivas (NSP) en todo el continente. El resultado es un boyante submercado que está llamando la atención de los gobiernos y los narcotraficantes latinoamericanos.