La batalla por la paz debe ser librada en dos frentes. El primer frente es el de la seguridad, en el cual vencer significa conquistar la libertad para vivir sin temor, y el segundo es el frente económico y social, en el cual la victoria significa conquistar libertad para vivir sin miseria. Sólo la victoria en ambos frentes puede asegurarle a la sociedad una paz duradera.
Estas son las bases para la reconceptualización del concepto de seguridad, el cual ya no se fundamenta en las nociones de soberanía, territorialidad y poderío militar que fueron tradicionales, sino en lograr la libertad del miedo y la libertad de la necesidad o de la miseria. También son las bases para el establecimiento del derecho de los derechos humanos. Ambos tienen como raíz común la búsqueda de la dignidad humana.
No obstante, la guerra fría, período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, reforzó el concepto de seguridad centrado en el Estado, con el agravante de la amenaza de un ataque nuclear por parte de cualquiera de las potencias contendientes.
En América Latina se impuso la doctrina de la seguridad nacional y los países de la región, con algunas excepciones, vivieron las épocas más difíciles de su historia, con sangrientas dictaduras, irrespeto de los derechos humanos y la imposición de sistemas totalitarios. El concepto de seguridad fue asociado a esta noción de seguridad nacional.
No obstante, una serie de informes producidos en el seno de la Organización de Naciones Unidas trataron de conceptualizar una noción más amplia de seguridad :
• A mediados de la década de los setenta el G77 estableció conexiones entre el subdesarrollo y la seguridad;
• En 1980 se estableció la Comisión Independiente Norte/Sur (conocida como Comisión Brandt), que argumento que la erradicación del hambre y de la desigualdad eran parte de la paz.
• En 1982, la Comisión Independiente sobre Desarme y Seguridad (Comisión Palme), se refirió a la moralidad en las relaciones internacionales.
• En 1987, el informe de la Comisión Mundial sobre Desarrollo y Medio Ambiente (Comisión Bruntland), se enfocó en la relación entre el medio ambiente y los conflictos.
• En 1990, la Comisión Sur (presidida por Julius Nyerere) señaló entre las causas de la inseguridad la pobreza, los peligros ambientales, los déficits de democracia, la desindustrialización.
Por otro lado, a la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 se le suman nueve instrumentos universales, que cimentan el marco jurídico-conceptual de los derechos humanos: universales, transnacionales, irreversibles, indivisibles y progresivos. Estos instrumentos son:
• Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965);
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966);
• Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966);
• Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979);
• Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (1984);
• Convención sobre los Derechos del Niño (1989);
• Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (1990);
• Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas (2006);
• Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006).
En los años noventa, las Naciones Unidas con el impulso de los siete primeros instrumentos ya citados, que ya habían sido adoptados en ese momento, va sentando las bases para la conceptualización de la Seguridad Humana.
Fuente: Instituto Interamericano de Derechos Humanos
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