Los gobiernos locales y/ o municipales son esenciales para la implementación de iniciativas de prevención de la violencia y la delincuencia. Su cercanía con la gente, su presencia cotidiana en el territorio y el trabajo en los problemas sociales que enfrenta la población son elementos que deberían permitir consolidar las iniciativas de seguridad ciudadana y convivencia que tengan como marco la ciudad.
Para lograr que una estrategia de reducción de la inseguridad en el municipio tenga el éxito y el impacto deseado es importante no perder de vista los siguientes diez factores o claves del éxito:
1. El liderazgo del alcalde o de la alcaldesa para impulsar y dar seguimiento a la política de seguridad ciudadana y convivencia.
2. La creación de alianzas entre el nivel local, nacional y la Policía, junto con las organizaciones del municipio y la sociedad civil.
3. La constitución de espacios creíbles de ejecución, seguimiento y coordinación de la política.
4. Disponer de un buen sistema de información que permita conocer de la manera más precisa posible la situación de violencia y delincuencia en cada localidad.
5. La focalización de las acciones tanto en los espacios (zonas de riesgo, comunidades más inseguras) como en los grupos más vulnerables a la violencia y la delincuencia, en especial la juventud y las mujeres. Mapeo permanente de estos incidentes.
6. Elaborar y actualizar periódicamente los diagnósticos de estado de situación.
7. La recuperación del territorio y de los espacios urbanos de encuentro.
8. Una labor pedagógica de promoción del respeto a las normas y a las personas, aplicación de la ley y fomento del civismo.
9. La participación ciudadana activa.
10. Desarrollar una política de comunicación constante a la ciudadanía para informar de los avances y retrocesos de la política, y rendir cuentas de lo hecho.
(Fuente : Ciudades Seguras, el ABC de la convivencia y seguridad ciudadana)
Adaptado por Fernando Vaccotti