Las «desapariciones en democracia» formaron parte de las alarmas que la ONU dejó en Uruguay.
Informe de Fabián Cambiaso, El Observador, Montevideo, Uruguay.
En 2004 el Ministerio del Interior del Uruguay decidió crear el Registro y Búsqueda de Personas Ausentes.
Desde su puesta marcha y hasta el último balance las denuncias ingresadas superan los 25 mil casos.
El promedio anual de personas consideradas ausentes se viene incrementando. Así, entre 2004 y 2008 se promediaron 643 denuncias. Hubo baja entre 2009 y 2013, cuando fueron 461, que se elevaron a un promedio de 1896 entre 2014 y 2018. Pero, desde 2019, se vienen promediando 3.894 denuncias anuales.
Hoy según el registro hay 149 personas ausentes o desaparecidas. El 40% están allí desde hace más de una década. Y una de cada cuatro son mujeres. Para determinar las situaciones que ingresan al registro el ministerio considera fundamental su definición sobre ausencia: «la desaparición de una persona física del lugar en el que vive y y se desenvuelve de forma habitual, sin haber noticiado su intención de hacerlo».
En julio de este año durante su última visita a Uruguay, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) marcó su profunda preocupación por las desapariciones que se están produciendo en la actualidad. Los integrantes del grupo de trabajo que llegó al país pusieron el foco en colectivos especialmente vulnerables, como niñas, adolescentes y mujeres. En particular, luego de su estadía en centros de protección estatales.